En este encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, el líder del PP catalán expuso que la destitución de Torra “es necesaria y urgente pero no suficiente” y abogó por la necesidad de “un proyecto de centro-derecha potente” para hacer frente al “virus populista que te roba el alma y sentimentaliza tu vida” y a las “soluciones zapateriles”.

Fernández defendió la conveniencia de una moción de censura porque, aunque no se pudiera llevar a cabo por aritmética parlamentaria, “plantearía un debate donde se vería la necesidad de una alternativa en la sociedad catalana”. Además, adujo que las mociones de censura “se pueden perder en votación pero ganarlas frente a la opinión pública”.

Para Fernández, el “centro-derecha es el gran damnificado del proceso separatista" dado que la antigua Convergència i Unió se ha convertido en un "movimiento populista" y Ciudadanos no defiende exactamente esas ideas.

"Es un movimiento que se convierte en plataforma electoral de rechazo al proceso separatista, que ha tenido muchísimo mérito y que le tengo mucho respeto, pero que no es un partido de centro-derecha con sus valores clásicos”, agregó.

Preguntado sobre el auge de Vox, afirmó “entender” que “en momentos de profunda emotividad, determinadas propuestas de tipo populista, mucha gente puede verlas como plausibles”. Por ello apeló “al sentido común, porque liquidar el estado de las autonomías es liquidar los 40 mejores años de España de golpe”.

Fernández, que está al frente de los populares catalanes desde el pasado 10 de noviembre cuando tomó el relevo a Xavier García Albiol y que fue el único candidato que presentó los avales suficientes para presentarse al cargo, obteniendo más del 90% de los votos en el 15 Congreso Autonómico del PP, aseguró que “no hay que ser pesimista frente al populismo porque han habido situaciones mucho peores y se ha salido adelante”.

EL PP DE SIEMPRE

La fórmula que quiere aplicar Fernández para redirigir la situación es la “del PP de siempre, el que no pasa de moda. El que nos puso a la cabeza de todo en Europa”. “En tiempos de frivolidad apuesto por la pedagogía política, el rigor y el conocimiento", defendió.

Durante este encuentro informativo, Fernández quiso desmontar ciertas afirmaciones que defiende el independentismo. Así pues, manifestó que “los últimos 40 años de historia de España y de Cataluña han sido los de un éxito colectivo; es inmoral calificarlo de humillación colectiva”.

También quiso desmentir que la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló algunos artículos del Estatuto fuera “un punto de inflexión”, ya que el gobierno catalán pactó después los presupuestos y la reforma laboral.

Asimismo criticó que “el populismo del 15-M se combatió siendo más populistas” y que “se estaba poniendo encima de la mesa una fórmula errónea, que es la de insinuar que Cataluña es un sujeto político propio, como hizo Zapatero y está haciendo Sánchez”.

Por eso, pidió que PP, PSOE y Cs se unan para reformar la Constitución. “Cuando los constitucionalistas vamos juntos somos invencibles, y ojalá el PSOE vuelva a estas posiciones”, sentenció.

El jefe del PP catalán criticó también que la situación que se está viviendo en Cataluña la ha llevado a estar a “la cola en inversión per cápita en educación y sanidad”, mientras que “lidera el gasto en propaganda y en impuestos autonómicos”.

En este sentido, abogó por una reforma fiscal que supere el actual modelo que genera una elevada e innecesaria presión fiscal en el tramo autonómico catalán.

Entre las propuestas de su partido, Fernández apostó por que “Cataluña lidere la cuarta revolución industrial” y reivindicó eventos como el Mobile World Congress o el World Data Summit.

La ponencia fue presentada por el economista y político, Ramón Tamames, quien destacó de Alejandro Fernández su “oratoria y capacidad dialéctica” dentro de “la lógica de la unidad de España y en el marco de la Constitución”.