En 2018, de enero a agosto, la policía de Barcelona realizó 40.746 denuncias por venta ambulante ilegal, mientras que en el mismo periodo de 2017 la cifra se elevó hasta 52.008 denuncias.

La diferencia crece aún más al comparar los datos con el mismo periodo de 2014, último año completo del predecesor de Ada Colau, Xavier Trias, en la alcaldía. Con Convergència en el Ayuntamiento la Guardia Urbana interpuso 56.633 denuncias. Con Colau en 2018, por tanto, se han presentado un 28,05% de denuncias menos.

Este descenso se remonta ya al año pasado. En 2017 se pusieron un 20,12% menos de multas que durante el 2016, curso en el que se llegó al máximo de denuncias contra los manteros y los lateros en los últimos cinco años.

En 2016 se firmaron 80.063 procedimientos de este tipo, una cifra superior incluso a la del último año en el que Trías fue alcalde de Barcelona durante todos los meses del año. En 2014 las denuncias se quedaron en 75.237. Colau solo superó la cifra de Convergència en 2016.

De todos modos, no todas las multas terminan con sanciones. Los datos de multas por venta ambulante no autorizada conseguidos por Servimedia a través de la Ley de Transparencia reflejan que en 2018 se han puesto, hasta el 19 de agosto, 21.045 multas. La Guardia Urbana, en cambio, ha interpuesto 40.746 denuncias por este motivo en el mismo periodo.

Las multas, eso sí, también han descendido en los últimos años. En lo que va de 2018 se han puesto un 22,12% menos de multas que en el mismo periodo del año anterior. Lo que sí se ha mantenido de forma bastante estable es la distribución del tipo de multas. Los vendedores ambulantes de comida o bebida son los más sancionados.

LATEROS

En 2018 el 66,89% de las multas han sido para los lateros o vendedores de comida, mientras que los manteros han recibido el 24,07% de las sanciones. Después se encuentran las multas por colaboración con venta ambulante no autorizada, con un 8,71%. Los compradores, en cambio, son los que reciben menos multas.

En este año, siempre hasta el 19 de agosto, solo el 0,21% de las multas (44 sancionados) han ido a parar a ciudadanos que compraban comida o bebida y el 0,12% (25 sancionados) a personas que estaban comprando en el top manta.

Además, casi todas las multas, el 99,15% de ellas desde 2015, terminan sin ser cobradas por el Ayuntamiento. Desde 2015 hasta el 19 de agosto de 2018 el Ayuntamiento puso 144.469 multas por venta ambulante no autorizada, pero por ahora solo han conseguido que se hayan pagado 1.224.

El importe que hubiera recaudado el Ayuntamiento si hubiera cobrado el importe completo de todas las multas puestas desde 2015 sería de algo más de 36,5 millones de euros. En cambio, las arcas municipales solo han recibido 283.850 euros por estas sanciones.

EL 65,87% DE LAS DENUNCIAS SE PONEN EN CIUTAT VELLA

Las multas se originan con un trámite administrativo que parte de las denuncias de la Guardia Urbana. El 65,87% de estas denuncias desde 2014 se interpusieron en el céntrico distrito de Ciutat Vella, seguido de Sant Martí, con un 13,99%, y el Eixample, con un 8,06%, según el análisis realizado por Servimedia tras la petición de acceso a la información.

Por ello, mientras que en estos cinco años en‘Ciutat Vella se han puesto 214,65 denuncias por cada 100 habitantes, en otros distritos como Horta-Guinardó, Sarrià-Sant Gervasi, Nou barris y Sant Andreu la cifra no llega ni a una multa por cada 100 ciudadanos.

El ranking de lugares donde se han puesto más denuncias, además, lo copan playas de Barcelona y calles del centro de la ciudad. En primera posición se encuentra la playa de San Miquel con 18.257 denuncias en estos cinco años, seguida de la Rambla, con 15.508; la playa de Somorrostro, con 12.616; la playa de la Barceloneta, con 11.757, y la Plaza Real (colindante con la Rambla), con 10.749.