Así se recoge en una propuesta consensuada a partir de tres proposiciones independientes presentadas por PP, PSOE y Compromís.

El texto final pide al Gobierno que evalúe y actualice un documento sobre fibromialgia del Ministerio de Sanidad publicado en 2011, proceso que deberá hacerse "en coordinación con las comunidades autónomas y atendiendo a la opinión de los expertos, profesionales de la salud y pacientes", y de acuerdo a la "evidencia científica disponible" y los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la proposición se pide que dicho documento incida de manera especial en el desarrollo de las acciones necesarias para mejorar el diagnóstico y tratamiento de la fibromialgia desde enfoques multidisciplinares y evitar el retraso en el diagnóstico, ya que esta es una patología desconocida y los enfermos "peregrinan" por las consultas hasta obtener un diagnóstico acertado que en muchas ocasiones puede tardar años en llegar.

Además, el Congreso quiere que ese documento haga hincapié en la necesidad de llevar a cabo acciones informativas, de sensibilización y difusión sobre la enfermedad, "evitando cualquier forma de discriminación", y que defienda la consideración de la fibromialgia y cuadros afines como áreas prioritarias de investigación.