Según informó el organismo, finalmente ha emitido una deuda neta de 34.277 millones de euros, lo que supone 5.723 millones de euros menos respecto a las estimaciones realizadas a principios de año. El Tesoro estimó que en 2018 necesitaría una emisión neta de 40.000 millones, un 14,31% superior a la emitida finalmente.

El dato de cierre mejora también la previsión hecha el pasado mes, cuando el Tesoro calculó que, debido a la mayor recaudación tributaria, la emisión neta podría reducirse en 5.000 millones, hasta los 35.000 millones.

Asimismo, disminuye en 7.181 millones la emisión bruta prevista para el conjunto del año, situándose en 212.964 millones de euros, la cifra más baja desde 2011. Del total de deuda emitida, 131.980 millones de euros corresponden a bonos y obligaciones a medio y largo plazo y 80.984 millones a letras del Tesoro. “La progresiva reducción de las necesidades de financiación del Tesoro contribuirá al objetivo de aminorar el peso de la deuda pública sobre el PIB”, indicó el organismo.

Además, el Tesoro señaló que “esta disminución tiene también un efecto positivo en el pago de intereses, que se situará, en términos de caja, por debajo de los 31.547 millones de euros previstos en los Presupuestos Generales del Estado de 2018”.

Este mismo viernes, el Banco de España indicó que la deuda del conjunto de las administraciones públicas españolas marcó un nuevo récord en 1,176 billones de euros en el tercer trimestre del año, equivalente al 98,3% del PIB. El objetivo fijado por el Gobierno para este año en el Plan Presupuestario remitido a la Comisión Europea es del 97%, dato que espera cumplir e incluso mejorar con el ahorro realizado con la menor necesidad de financiación.

Por otro lado, el organismo dependiente del Ministerio de Economía explicó que “en 2018 se han mantenido unas buenas condiciones de financiación” y que el Tesoro “ha estado preparando su cartera para una eventual subida de los tipos de interés en la Eurozona mediante el alargamiento de la vida media de la deuda en circulación, que se sitúa en 7,50 años, frente a los 7,13 del pasado ejercicio”.

Así, el coste medio de las nuevas emisiones se ha mantenido en una cifra similar a los últimos años, situándose en el 0,65%. Por su parte, el coste medio de la deuda en circulación ha seguido reduciéndose hasta el 2,39%, lo que constituye un mínimo histórico.

Por último, el Tesoro destacó que la diversificación de la base inversora y la progresiva recuperación de inversores que los últimos años no participaban en las compras de deuda pública “pone de manifiesto la confianza en la economía española”. En este sentido, resaltó la participación de inversores asiáticos en la emisión sindicada realizada en junio, la mayor desde 2012.