De las estaciones de Metro ceranas, como la de Alonso Martínez, sale una muchedumbre que empieza a colapsar las calles adyacentes a la Plaza de Colón, donde está previsto que arranque la cabeza de la manifestación a las siete de la tarde.

La gente lleva paraguas por la lluvia intermitente que, desde primera hora de la tarde, cae sobre la capital. Mayoritariamente hay jóvenes, muchos estudiantes y parejas que quieren expresar su condena a los atentados y solidarizarse con las víctimas.

La calle Génova, donde tiene su sede el Prtido Popular, está abarrotada de gente que, con banderas españolas, tratan de dirigirse a Colón. Los comercios están cerrando sus puertas para sumarse también a la convocatoria.

Destaca, asimismo, la presencia de numerosos agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que tratan de garantizar que todo transcurra con normalidad.