Esto "contradice indiscutiblemente la idea de México como país seguro para los miles de migrantes que atraviesan año a año el país" en busca de protección y refugio, destacó la ONG en un comunicado.

Según la experiencia de MSF durante seis años atendiendo a migrantes de El Salvador, Guatemala o Nicaragua a su paso por México, muchos de ellos han sido testigos de la muerte de miembros de su familia o han sobrevivido a episodios de secuestros, extorsiones, reclutamientos forzados y violencia sexual en sus países de origen.

“Estamos hablando de población que necesita desesperadamente obtener medidas efectivas de protección y asilo”, y subrayó que muchos de ellos "están en riesgo tanto en sus países de origen como en México". Por eso, "forzarles a quedarse en México es inhumano además de ilegal”.

La ONG indicó que esta situación "se ha visto agravada en los últimos meses por la imposibilidad de cruzar a EEUU, dado que muchos de los que buscan asilo temen perder la oportunidad de ser reconocidos como asilados al arriesgarse a entrar en (ese país), lo que les obliga a quedarse en México durante semanas en condiciones precarias y en extrema vulnerabilidad". Como dato, apuntó que en Nuevo Laredo, uno de cada cuatro pacientes atendidos por los equipos de salud mental de MSF en los dos últimos meses había sido víctima de un secuestro.

Por ello, denunció que las limitaciones en la concesión de asilo a la población centroamericana por parte de EEUU junto con la lentitud para procesar las solicitudes en los pasos fronterizos "están construyendo un muro administrativo que aumenta la vulnerabilidad de esta población y la expone a situaciones recurrentes de violencia a manos de las organizaciones criminales que operan en territorio mexicano".

Según MSF, la violencia por parte de estas organizaciones y también de las autoridades mexicanas contra los migrantes es "habitual" y queda impune. Por ello, consideró "políticas inaceptables" el cierre y la militarización de la frontera; la eliminación de la violencia de pandillas y de la violencia doméstica como causas para solicitar el asilo en EEUU; la separación de familias; la detención de los menores no acompañados en los centros de detención; las deportaciones masivas a migrantes a lugares en donde su vida corre peligro, y la insistencia en considerar a México como un país seguro donde pueden quedarse.