La cita, según fuentes gubernamentales, se produjo con el objetivo de llevar a buen puerto la posible reunión entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente del Govern catalán, Quim Torra, aprovechando la celebración este viernes del Consejo de Ministros en Barcelona.

Desde el Ejecutivo destacan que fue “estupendamente” la reunión con los representantes del gobierno catalán, aunque no confirman que ya esté cerrada la reunión entre Sánchez y Torra, ni el formato.

Precisamente, las diferencias en el formato alimentan varias posibilidades. El Ejecutivo central reconoció que “ya que estamos allí (en Barcelona), hay que aprovechar para que la política se abra paso” y apelaron “a las circunstancias especiales en Cataluña”.

Esto posibilita que, por un lado, se produzca la reunión Sánchez y Torra igual que la que tuvo lugar en Sevilla entre el jefe del Ejecutivo y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, cuando hubo el Consejo de Ministros en Sevilla. Se respeta así que Torra es tratado como cualquier presidente autonómico.

Pero, en paralelo, abre la puerta a que haya reuniones bilaterales entre ministros y consejeros catalanes, dando así cierto pie a la pretensión del Gobierno catalán de que la visita sea una “cumbre” entre dos estados.