Así lo destacó Navarro al clausurar la jornada ‘Motociclistas: seguridad vial vs movilidad sostenible’, promovida por la Fundación Abertis en Madrid y que contó con la inauguración del director de esta entidad, Sergi Loughney, y una mesa de debate con Aquilio Molinero, miembro del comité de expertos de la plataforma ‘Ponle freno’; Cristina Zamorano, jefa del Centro de Seguridad Vial en Autopistas; María del Carmen Plaza, jefa de la Unidad Técnica de Seguridad Vial de la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, y Juan Manuel Reyes, presidente de la Asociación Mutua Motera.

Navarro indicó que “están pasando cosas en las ciudades españolas” porque varias de ellas han aprobado ordenanzas de movilidad sostenible, donde “se habla mucho” de transporte público, ir a pie o en bicicleta y reducir el uso del automóvil, pero no tanto de motos. “La gran olvidada en las políticas de movilidad de las ordenanzas es la motocicleta”, lamentó.

Subrayó que “va a haber más motos” si se ponen en marcha medidas para que los ciudadanos cojan menos el coche en las ciudades, pero indicó que este vehículo de dos ruedas tiene “un problema de imagen”.

“El transporte público tiene un espacio, el carril bus; los coches tienen una par de carriles para circular, la bicicleta tiene su carril bici, el peatón tiene la acera y la moto, ¿qué espacio tiene? No tiene ningún espacio reservado, lo cual obliga a enfrentarse a los demás para encontrar su espacio”, añadió.

“LEY 80-20”

Navarro comentó que si en el futuro se incrementara el parque de motocicletas, convendría “resiseñar” las ciudades para adaptarlas a estos vehículos, y más cuando el comercio electrónico crece un 20% cada año y hay empresas que compran flotas de motos o ciclomotores para dedicarse a la logística.

Con ello, Navarro aseguró que bajar el límite de velocidad a 30 km/h en las calles de un único carril o de un carril por sentido es “la mejor medida, sin duda alguna, para reducir los accidentes de motos en la ciudad”.

Abogó por la “ley 80-20” para ordenar la movilidad en las ciudades, esto es, que un 20% de las calles soportan el 80% del tráfico (entradas, salidas y conexiones con bulevares), mientras que por el 80% de las vías pasa un 20% de los vehículos porque son de paso. Es en esas calles de paso donde la DGT pretende bajar el límite de 50 a 30 km/h.

Además, Navarro aconsejó a los ayuntamientos crear una oficina o nombrar un responsable de motos, puesto que en algunos casos ya existen oficinas de al bicicleta, y aseguró que España es “un referente mundial en seguridad vial de motocicletas”.

Por último, Navarro comentó que “en el plazo de dos años habrá más fallecidos vulnerables (peatones, ciclistas, motoristas) que de cuatro ruedas”, lo que obliga a los responsables en materia de seguridad vial a reformular las prioridades.

Es decir, más de la mitad de las personas fallecidas por accidentes de tráfico en España podrían ser usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, ciclomotoristas y motoristas) por primera vez en 2020 en lugar de conductores y pasajeros de vehículos de cuatro o más ruedas, como coches, furgonetas, camiones y autobuses. Ese porcentaje actualmente es del 46%.