Así lo explicó este jueves, durante la presentación del proyecto, el director corporativo de Salud, Internacional e Innovación de Cofares, Manuel Vilches, quien subrayó que su objetivo es “concienciar a la población general y a los profesionales farmacéuticos de la importancia de la detección precoz de los síntomas de los trastornos alimenticios”.

Vilches recordó que este tipo de trastornos suponen la tercera causa de enfermedad crónica entre los adolescentes españoles y, para combatirla, se pondrá en marcha esta iniciativa, que calificó de “ambiciosa” y que involucrará a unos agentes, a su juicio, “clave” para evitar el desarrollo de las mismas.

A este respecto, Luis González, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, aseguró que a estos profesionales les “preocupa mucho como sanitarios tanto la anorexia como la bulimia”. “Somos el establecimiento más cercano que tiene la población y ver cómo una persona anoréxica o bulímica se acerca a nosotros impacta y mucho”, agregó.

Por su parte, la responsable de Promoción de la Salud de Fundación Fita, Raquel Linares, puntualizó que las oficinas de farmacia son “el primer eslabón muchas veces para el ciudadano, por la cercanía, la proximidad y la confianza que supone”.

La campaña, que Linares definió como "integradora", incluirá la colocación en cada farmacia, durante al menos seis meses, de un cartel informativo que recoge los principales “signos de alerta” de la posible presencia de estas enfermedades así como acciones específicas de formación para los farmacéuticos. A partir del mes de marzo se implantará también en Andalucía y, a partir de ahí, “la idea es que se extienda a todo el territorio”, confirmó Linares.

UN PASO MÁS

El viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fernando Prados, explicó que, con este plan, la sanidad madrileña “da un paso más” en torno a la prevención y “visibilización” de aquellas patologías en las que, dijo, “tenemos que fijarnos un poco más”, porque generan “alteraciones que van más allá de la salud y que es nuestra obligación resolver”.

La jefa de Servicio de Psiquiatría y Trastornos Alimentarios del Hospital Niño Jesús de Madrid, Montserrat Graell, destacó que tanto la anorexia como la bulimia “son enfermedades mentales con una base psicopatológica y que pueden llegar a ser muy graves, ya que son las enfermedades mentales con mayor mortalidad” y presentan una cronicidad de hasta el 20% de los casos.

Tras afirmar que, en los últimos quince años, la edad de inicio se ha reducido en dos años, pasando de los 15 a los 13 años, entre los “factores de riesgo”, citó la “vulnerabilidad genética, la herencia, que explica hasta el 50% de la causa del trastorno de alimentación, aunque solo se expresará junto a una serie de factores precipitantes”. Entre ellos, mencionó el haber padecido obesidad en la infancia o vivir en el seno de una familia “pesista, que tiene como valor muy esencial la imagen corporal y el peso”.

“La familia es un aliado necesario, especialmente en la adolescencia, para el tratamiento integral, interdisciplinar y muy específico, que es el adecuado”, espetó, al tiempo que manifestó que, en la actualidad, anorexia y bulimia nerviosa y trastorno por atracón son los tres principales trastornos alimentarios, a los que se unen el trastorno por evitación o restricción de la ingesta.