El presupuesto de ingresos no financieros de la Seguridad Social para este año se sitúa en 140.256 millones de euros, lo que supone un aumento del 7% sobre el ejercicio anterior.

La principal fuente de financiación seguirán siendo las cotizaciones sociales, que alcanzan los 123.584 millones de euros en 2019, un 7,5% más si se compara con 2018.

En este sentido, el Ejecutivo explica que este ingreso por cotizaciones sociales “permite financiar un 77,1% del presupuesto total” y precisa que “viene influido por distintos factores que permitirán mejorar la recaudación por cuotas en 2019”.

En este sentido, concreta que el Estado pasará a financiar las cuotas sociales de los cuidadores no profesionales de las personas en situación de dependencia (315 millones de euros).

También añade que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se sitúa en 2019 en 900 euros mensuales, con un incremento del 22,3% respecto a 2018, lo que determina un crecimiento de las bases mínimas de cotización en dicho porcentaje. Mientras, las bases máximas suben un 7% en 2019.

Por su parte, el tipo de cotización de los autónomos sube a partir del 1 de enero de 2019 hasta situarse en un 30%, incluyendo la cotización obligatoria por contingencias profesionales y por cese de actividad. Las bases mínimas para este colectivo se incrementan un 1,25% y se establece una tarifa plana de 60 euros en los 12 primeros meses inmediatamente siguientes a la fecha de efectos del alta.

Asimismo, el Ejecutivo modifica la tarifa para la cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, pasando el tipo mínimo del 0,9 al 1,5%, lo que supondrá un incremento en la recaudación de un 6%.

Se reduce el periodo transitorio para la equiparación del Sistema Especial de Empleados de Hogar con el Régimen General de la Seguridad Social.

En los contratos de corta duración, igual o inferior a cinco días, se incrementa el recargo sobre la cuota empresarial, del 36% al 40%.

A los ingresos por cotizaciones sociales también contribuirán la ampliación del subsidio por desempleo para los trabajadores comprendidos entre 52 y 55 años y por el incremento de la base de cotización del 100% al 125% de la base mínima.

Por otra parte, existen otras medidas de impacto “reducido”, según el Ejecutivo, como es la cotización por los estudiantes en prácticas, la suscripción de convenios especiales para trabajadores con carreras de cotización cortas y el incremento de la cotización en contratos de duración inferior a siete días.

El texto de los Presupuestos destaca que estos ingresos globales por cotizaciones “reflejan las previsiones de crecimiento económico, de empleo, el crecimiento de las bases de cotización y la evolución más favorable de la remuneración de asalariados junto con el conjunto de las medidas ya referidas”.

Añade que “se están mejorando las políticas de control, gestión recaudatoria y la lucha contra el fraude”, así como la incorporación de los avances tecnológicos puestos a disposición del sistema.

Por su parte, las cotizaciones de desempleados, cotizaciones de beneficiarios de prestación por cese de actividad y bonificaciones sociales que aporta el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ascienden a 7.270 millones.

Los ingresos estimados por las cuotas del cese de actividad de los autónomos alcanzan los 322 millones, con un “significativo incremento” del 141,7% con respecto a 2018 por la extensión a todo el colectivo de autónomos de la cobertura del riesgo de cese de actividad.

APORTACIONES

Tras las cotizaciones, las aportaciones del Estado constituyen el concepto de mayor peso relativo en la financiación del Presupuesto de la Seguridad Social. Para el año 2019, dichas aportaciones se elevan a 15.484 millones, un 4% más.

Dentro de estas aportaciones destaca la destinada a la cobertura de los complementos para pensiones mínimas con una dotación para 2019 de 7.337 millones “para financiar la mejora de las pensiones más bajas”.

Para la atención a la dependencia el Estado aporta 2.232 millones, de los que 1.723 millones corresponden a la financiación del mínimo garantizado por el Estado, 315 millones a la financiación por el Estado de las cuotas sociales de cuidadores de personas en situación de dependencia y 100 millones para el nivel acordado.

En el ejercicio 2019 “se presupuesta por primera vez como aportaciones del Estado una transferencia a la Seguridad Social en apoyo a su sostenibilidad presupuestaria por un importe de 850 millones”.

A esto se añade en pasivos financieros 15.164 millones de euros, “reflejo de la dotación de préstamos por parte del Estado a la Seguridad Social para equilibrar, presupuestariamente, las cuentas de la Seguridad Social”. También está previsto retirar este año del Fondo de Reserva 3.693 millones de euros “para el equilibrio presupuestario de la Seguridad Social”.

Con todo ello, “se deduce un resultado no financiero por importe de -18.651 millones de euros”, según se precisa en el texto.

GASTOS

En cuanto a los gastos, para 2019 alcanzan la cifra de 158.906 millones, que representa un crecimiento del 7,1% sobre el ejercicio anterior y que en su mayor parte se destinan a transferencias corrientes, es decir, al pago de las pensiones contributivas y no contributivas, la incapacidad temporal, la maternidad y riesgo durante el embarazo, la protección familiar, el cese de actividad de los autónomos y otras prestaciones económicas.

Las pensiones contributivas tienen consignado un crédito para este año de 135.268 millones, un 6,4% más que en 2018, estimado en función del incremento del colectivo de pensionistas, de la variación de la pensión media y de una revalorización de un 1,6%.

En este punto, el Gobierno destaca que “se recupera para 2018 el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones a través de la revalorización conforme al IPC”, compensando a los pensionistas por las posibles desviaciones con el IPC previsto en 2018, que ha sido de un 1,7%.

Dentro de las pensiones contributivas, las más importantes cuantitativamente son las de jubilación, que ascienden a 96.369 millones y suponen un 71,2% del total de las pensiones, seguidas de las pensiones de viudedad (23.439 millones) e incapacidad (13.187 millones).

En cuanto a las pensiones no contributivas, figuran en el Presupuesto del Imserso con un crédito de 2.418 millones de euros (excluido País Vasco y Navarra), que permitirá atender el coste derivado de la variación del colectivo y de la política de mejora de las pensiones más bajas, con un incremento del 3%, que afectará a más de 450.000 beneficiarios.

El crédito para los subsidios económicos para personas con discapacidad asciende a 12 millones de euros, lo que supone un 14,5% menos que el de 2018 por tratarse de un colectivo de carácter cerrado, sin nuevas incorporaciones, y por tanto con tendencia decreciente del gasto.