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La indiferencia internacional empuja a los saharauis a la guerra, advierte el Polisario

MADRID
SERVIMEDIA

El representante del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyun, denunció este viernes el "silencio" y la "complicidad" de buena parte de la comunidad internacional ante la "limpieza étnica" que está llevando a cabo la "monarquía feudal" marroquí en el Sahara Occidental, y advirtió del riesgo de que se desencadene una guerra.

Beyun alertó de que la "indiferencia" de la comunidad internacional y la "complicidad" de muchos países democráticos con Marruecos está empujando al pueblo saharaui a "retomar las armas" e iniciar una guerra que, "esta vez, no se quedará en la frontera saharaui, llegará a Rabat y a Casablanca".

Beyun participó en una rueda de prensa ofrecida en Madrid, a la que también asistieron Javier Sopeña y Silvia García, los dos observadores de Thawra que fueron evacuados desde El Aaiún ocho días después de la intervención armada del ejército marroquí en el "Campamanto Dignidad".

El responsable del Polisario insistió en que los saharauis han agotado ya todas las vías judiciales, políticas y diplomáticas para lograr el respeto por las legalidad internacional y el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación.

Pero tras 20 años de espera y de violación de los derechos humanos por parte de Marruecos, dijo, el pueblo saharaui "siente una gran desconfianza" hacia la comunidad internacional y se está desencadenando una "reclamación masiva de vuelta a las armas".

VUELTA A LAS ARMAS

El Frente Polisario no contempla ninguna otra opción de solución que no sea el cumplimento de las legalidad internacional y la culminación del proceso descolonizador del Sahara Occidental con un referéndum de autodeterminación.

Beyun insistió en que "nunca ha estado más presente el sentimiento nacionalista en el Sahara como ahora" y reclamó a la comunidad internacional que intervenga para preservar sus propias decisiones plasmadas en las resoluciones de Naciones Unidas, para evitar un conflicto armado que ve casi inevitable.

Si bien reconoció que los saharauis no tienen capacidad militar para ganar una guerra convencional a Marruecos, sí dijo que pueden "resistir" y advirtió de que "no habrá paz en la zona" mientras no haya una solución justa y respetuosa con la legalidad internacional. "Esta guerra no se quedará en la frontera saharaui, irá a Marruecos, a Rabat y a Casablanca, si hace falta", remachó.

TRATO VEJATORIO A LA PRENSA

Tras denunciar la detención de más de 2.000 saharauis desde el desmantelamiento del campamento, denunció el "trato vejatorio" que están dispensando las autoridades marroquíes a los informadores españoles.

En su opinión, es "ridículo" que se autorice la entrada de periodistas franceses y que se permita el acceso "con cuentagotas" y condiciones a los informadores españoles.

Después de expulsar a todos los periodistas españoles de la zona, Marruecos ha acabado permitiendo la entrada de dos informadores de "El País" y "El Mundo", tras vetar a ciertos informadores de esos periódicos en concreto.

Con todo, el Frente Polisario confía en el trabajo de los periodistas y espera que puedan hablar directamente con la población saharaui para poder elaborar un listado fiable de muertos, desaparecidos y detenidos.

Tanto Sopeña como García aseguraron que la atención consular española recibida hasta su salida de Marruecos fue correcta. Asimismo, Javier Sopeña aseguró haber oido "disparos" durante el asalto, aunque no puedo concretar si se trataba de fuego real o de fogueo.

Explicó que la mayor parte del campamento estaba ocupado por mujeres, niños y ancianos, y todos ellos sabían de antemano que el campamento iba a ser atacado. "Todo el mundo tuvo la posibilidad de huir y nadie huyó", dijo.

Los pocos jóvenes que resistieron el ataque mientras se evacuaba a los que no podían pelear "le echaron un par de cojones" y "aguantaron lo que pudieron", concluyó.

(SERVIMEDIA)
19 Nov 2010
SGR/caa/gja