El Monarca ha querido pasar su cumpleaños visitando por primera vez el contigente español en Irak, en concreto la base de Besmayah, en donde alrededor de 500 efectivos españoles preparan y adiestran a los cuerpos y fuerzas de seguridad iraquíes en su lucha contra el yihadismo. En el viaje le acompaña la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Esta visita fue una auténtica sorpresa para los militares españoles destinados en Irak, ya que por razones de seguridad no conocieron hasta ayer por la noche la visita del Rey. Tras el encuentro con las fuerzas especiales y con la unidad de helicópteros en el aeropuerto de Bagdad, don Felipe se reunirá con el presidente de Irak, Barham Salih, y después se trasladará hasta la base española de Besmayah.

El Monarca nos sólo agradeció el trabajo que realizan esos 550 militares españoles, sino que también manifestó "el orgullo que siento por el trabajo realizado" y que "contribuye a la seguridad y a la paz", una misión que "es dura porque estar fuera de casa, lejos de la familia", pero "necesaria para el bien común de todos".