Así lo denunció este martes Satse tras la presentación del ‘Análisis de la situación de los enfermeros, enfermeras, matronas y fisioterapeutas en los centros sanitarios del país’, realizado por un grupo de profesionales y expertos del sector sanitario y que concluye que en España se necesitan, como mínimo, 87.890 enfermeras y enfermeros más en el sistema sanitario público, de los que 72.376 corresponden a la Atención Especializada.

Según informó el sindicato en una nota de prensa, además de en la falta de profesionales, el estudio pone el acento en que el exceso de trabajo que sufren las enfermeras que trabajan en hospitales “repercute negativamente en la atención al paciente y también en la seguridad y salud de los propios profesionales”.

El trabajo constata que un enfermero tiene a su cargo cada día a más de 15 pacientes hospitalizados y hasta cinco pacientes si se trata de una unidad de cuidados intensivos, una media que aumenta hasta más de 20 pacientes en algunos centros, turnos y días.

Esta situación, a juicio de Satse, “dista mucho” de una “ratio segura y adecuada”, ya que diferentes estudios científicos nacionales e internacionales establecen dicha ratio en 6-8 pacientes por cada enfermera como máximo. “Si se aumenta esta ratio los riesgos y complicaciones para el paciente también lo hacen”, apuntó el sindicato.

Según sus cálculos, cuando la ratio se sitúa en torno a 10 pacientes por enfermera, el riesgo de mortalidad puede aumentar 1,37 veces en comparación con una asignación menor de pacientes por cada profesional.

Por el contrario, por cada incremento de un 10 por ciento en el número de enfermeras en unidades de hospitalización general disminuye en un siete por ciento la probabilidad de que muera un paciente hospitalizado.

Esta “escasez” de profesionales se suma, según Satse, a las “difíciles” condiciones laborales de las enfermeras de Atención Especializada, como el trabajo a turnos y nocturno o en fines de semana y festivos, la rotación por unidades y servicios o la falta de sustituciones, entre otras.

“Son profesionales que, en su día a día, tienen que atender a pacientes con todo tipo de patologías y necesidades de cuidados y atención, lo que requiere de ellos una sobrecapacidad de adaptación a un entorno laboral muy complejo y cambiante”, precisó.