El Gobierno apuesta por el modelo 'twin peaks' para la reforma pendiente de los reguladores

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno se inclina por escindir en dos la supervisión financiera, con un organismo encargado de vigilar la solvencia de bancos, seguros y firmas de bolsa, y otro dedicado a monitorizar la conducta, según figura entre el megapaquete de medidas incluídas en la 'Agenda del Cambio' analizada hoy por el Consejo de Ministros.

El documento, que compendia más de 60 iniciativas en 88 folios, incluye el 'Libro Blanco' elaborado sobre la reforma institucional "para avanzar hacia un modelo de supervisión financiera 'twin peaks', junto a la ya anunciada nueva autoridad macroprudencial, la de Protección del Cliente Financiero y "reforzar la independencia y profesionalidad en los nombramientos de los altos cargos de organismos reguladores".

Otras medidas incluídas son garantizar un "refuerzo de las competencias de la Comisión Nacional Mercados y Competencia (CNMC) conforme a la normativa europea en materia de

competencia y regulación de los sectores de la electricidad y gas", acometer la transposición de la Directiva European Competition Network (ECN+) en el ámbito de la defensa de la competencia y transferir a la CNMC las competencias de los sistemas de electricidad y gas relativas al régimen económico y condiciones de acceso a las redes.

La apuesta por el modelo de 'twin peaks' o de doble supervisor supone rescatar el viejo plan de dividir en dos pilares la supervisión financiera planteada por el PSOE ya en 2016, en el acuerdo que Pedro Sánchez rubricó con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para un Gobierno reformista. Se trata de un sistema existente en muchos países y con el ejemplo más claro en Reino Unido que ha suscitado tantos adeptos como reacios, sobre todo en el sector financiero.

En la actualidad la supervisión en España está repartida en organismos en función del tipo de sectores que vigilan: Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones, ocupándose todos ellos de vigilar la conducta y la solvencia.

La idea de separar la supervisión por tareas y no por tipo de entidades ganó relieve bajo el argumento de que ya no hay tanta división y las entidades financieras tienden a ofrecer todos o casi todos los servicios, además de haberse convertido en grupos complejos con filiales específicas para cada uno de las líneas de negocio controladas por las tres autoridades sectoriales.

Uno de los sectores más reacios, al principio, al modelo de doble torre supervisora eran las aseguradoras ante el riesgo de que su supervisor acabe fagocitado por los otros dos pro el riesgo de que no comprenda bien sus peculiaridades, pero su demanda podría encajar en un modelo así si se preserva como una unidad especializada con autonomía y recursos.

Los recelos descansan en que siempre que ha surgido la propuesta del 'twin peaks' se ha dado por seguro que el Banco de España asumiría la supervisión de solvencia y CNMV heredaría el resto de tareas, con la vigilancia de conducta como función troncal. Su estructura de doble vértice ha sido defendida en el pasado reciente por personas como el exsubgobernador del Banco de España, Fernando Restoy -próximo al PSOE- y el expresidente de CNMV Manuel Conthe.

En el documento de la 'Agenda del Cambio' no se aclara si la apuesta es cerrar la reforma, como se había previsto, con una división de la autoridad de Competencia y colocando bajo el paraguas de la CNMV al organismo de contabilidad y auditoría ICAC.

(SERVIMEDIA)
08 Feb 2019
MML/ECR/gja