Así se pronunció Olivares durante la clausura de la jornada ‘El satélite Paz: tecnología y aplicaciones al servicio de la Defensa y Seguridad’, organizado por la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y Seguridad en colaboración con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

Afirmó que el satélite Paz “nos ha situado al primer nivel de la industria mundial, lo que nos permite aventurarnos en proyectos internacionales de cualquier nivel”, destacó que “España está a la cabeza de la industria europea” y dijo que “tenemos muy buenas condiciones para protagonizar y liderar cualquier iniciativa europea que pueda surgir”.

Invitó a las empresas del sector a que piensen en la nueva generación de satélites y en el lanzamiento de satélites ópticos fundamentales para la defensa nacional, unos proyectos que, continuó Olivares, tendrán que acometerse en los próximos años.

La jornada ‘El satélite Paz: tecnología y aplicaciones al servicio de la Defensa y Seguridad’ fue inaugurada por la secretaria de Estado de Seguridad, Ana María Botella, y reunió a representantes de los ministerios de Defensa, Interior, Industria y Ciencia, y a las empresas del sector aeroespacial que operan en España.

Durante su desarrollo se debatieron asuntos como el Programa Paz como modelo de colaboración pública privada, las oportunidades generadas por el Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite o las imágenes de Paz al servicio de la seguridad y la defensa.

El Ministerio de Defensa es el responsable del satélite Paz, cuyo desarrollo, construcción y explotación se realiza a través del operador de servicios gubernamentales por satélite, Hisdesat.

Este satélite se lanzó el 22 de febrero de 2018 desde la base Vandenberg, en Santa Bárbara (EEUU). Desde entonces, el Centro Espacial INTA se ocupa de su seguimiento.

Paz inició sus operaciones comerciales el pasado 6 de septiembre prestando servicios relacionados con la defensa y la seguridad, la vigilancia de la superficie terrestre, cartografía de alta resolución, control fronterizo, soporte táctico en misiones en el extranjero, gestión de crisis y riesgos, evaluación de catástrofes naturales, control medioambiental o vigilancia del entorno marítimo.

Este satélite, de tecnología radar, es capaz de ofrecer unas cien imágenes al día, cubriendo un área de más de 300.000 km2 y forma parte del Programa Nacional de Observación de Tierra por Satélite (Pnots) junto con el satélite Ingenio, cuyo lanzamiento está previsto para 2020.