Los bonos estructurados son activos negociables con un vencimiento determinado y una rentabilidad ligada al comportamiento de un tipo de interés, acción, índice o tipo de cambio diseñado según las necesidades de rentabilidad, plazos y riesgos del inversor, en este caso de la aseguradora.

Una de las particularidades de esta operación es su doble carácter sostenible y tecnológico. Por un lado, los fondos están destinados a financiar proyectos “verdes” bajo el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de BBVA.

De esta forma, el bono ha sido calificado como “verde” conforme a la ‘Second Party Opinion’, emitida por DNV GL, entidad especializada en certificación a nivel mundial. Por otro lado, la negociación de los términos de la emisión del bono se ha desarrollado a través de la plataforma de ‘blockchain’ desarrollada internamente en BBVA.

Además, el uso de esta plataforma permite facilitar el acceso a todos los participantes que intervengan en la operación y ofrece al cliente la posibilidad de elegir entre multitud de opciones de configuración del producto, proporcionándole así una gran flexibilidad a la hora de diseñar el bono que más se adapte a sus necesidades.