El presidente de la asociación de quiropráctica alerta de que España está "muy por detrás" de otros países de la UE en sanidad por "perseguir" esta disciplina

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Asociación Española de Quiropráctica (AEQ), Carlos Gevers, denunció que España se sitúa en materia sanitaria "muy por detrás de otros Estados considerados también como desarrollados y avanzados de la Unión Europea" por su "persecución a la quiropráctica"

Señaló que la quiropráctica es una profesión sanitaria de atención primaria "y así la reconoce, precisamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la autoridad más importante en materia sanitaria".

En este sentido, indicó que se trata de un reconocimiento del que goza también en el 60% de los países de la Unión Europea y que, concretamente, está regulada como profesión sanitaria en países europeos como Francia, Portugal, Italia, Malta, Chipre, Suiza, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Noruega, Reino Unido o Islandia. "Pero no así en España, único país de la UE en el que existe el riesgo de ser procesado por ejercer la quiropráctica".

Gevers dijo que "llama la atención que España, donde no se ha reconocido la enseñanza de la quiropráctica, ni sancionado leyes que la regulen, se sitúe muy por detrás de otros Estados considerados también como desarrollados y avanzados de la Unión Europea. Por delante de España se sitúan países como Estonia, Grecia y Hungría en los que la profesión todavía no tiene carácter sanitario, pero en los que está reconocida de facto".

A su juicio, se trata de una situación de “alegalidad” que permite que falsos quiroprácticos ejerzan en España sin el aval formativo, académico y científico necesario. “Ahí reside el problema de más calado", afirmó el presidente de la AEQ, "al no haber reconocimiento legal en España de la quiropráctica, el intrusismo no se puede perseguir y supone un claro riesgo para el paciente, ya que el desarrollo de estas prácticas debe ajustarse a criterios de seguridad, eficacia y calidad".

La asociación asegura que la formación de un quiropráctico es "universitaria, equivalente a una licenciatura en España", con una duración mínima de 5 años a tiempo completo (300 créditos ECTS), y que se imparte en facultades de Medicina de universidades "tan prestigiosas" como la Universidad de Zurich o la Universidad del Sur de Dinamarca o del Sur de Gales, entre otras. "En España es posible estudiar la carrera de Quiropráctica en el Real Centro Escorial-Mª Cristina de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y en el Barcelona College of Chiropractic", añade.

La AEQ sostiene que un paciente español o extranjero que quiera acudir en España a los servicios de un profesional quiropráctico de garantías corre el riesgo "de caer en manos de alguien que no está capacitado al no tener los estudios requeridos para ejercer como quiropráctico".

Según Carlos Gevers, es un problema contra el que desde la AEQ "no puede luchar de forma legal para velar por la seguridad del paciente, sino que sólo podemos intentar hacer entender al falso quiropráctico que no debe seguir anunciando y ejerciendo una profesión que no tiene, por el riesgo que implica para el paciente. Además de recordar a los usuarios que quieren recibir tratamiento quiropráctico que en la web de AEQ todos los quiroprácticos de nuestro buscador tienen la garantía de la formación requerida para ejercer esta profesión.”

Una reglamentación que desde la AEQ exigieron al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través de una carta en la que pedían que se regulase la situación de la profesión en España "y en la que exponen los datos científicos que avalan a la quiropráctica".

(SERVIMEDIA)
23 Feb 2019
s/gja