En los pasillos del Congreso, Campuzano denunció que esos interrogatorios han demostrado "la absoluta falsedad de este juicio" y que las acusaciones "no tienen ningún tipo de fundamento".

Considera que el reto del Supremo "no va a ser otro que absolver" tanto a Jordi Cuixart como a Jordi Sànchez, a los que es "imposible que se les pueda acusar de ningún delito" vistos los interrogatorios y "la ausencia de pruebas" contra ellos. De hecho, se mostró convencido de que la mayoría de la opinión pública, no solo en Cataluña sino en toda España, está "profundamente sorprendida" por la "poca preparación y la poca seriedad" de esos interrogatorios.

Campuzano cree que a la vista de todo ello "no parece para nada justificada" la prisión provisional de más de 500 días que han sufrido ambos, y queda evidente la "enorme debilidad del sistema democrático español y los fallos del sistema judicial español".