Las ballenas beluga “enseñan” a sus hijos un ‘nombre de familia’

-Según un estudio de la investigadora de la Fundación Oceanogràfic Audra Ames

Madrid
SERVIMEDIA

Las ballenas beluga “enseñan” a sus hijos un ‘nombre de familia’, según ha constatado un estudio liderado por la investigadora de la Fundación Oceanogràfic Audra Ames, que durante dos años y a lo largo de 300 horas ha grabado a Kylu, la primera cría de beluga nacida en un acuario y sobreviviente en Europa, para estudiar cómo aprende a “hablar”.

Según informó este martes la Fundación Oceanogràfic, esta investigación revela que Kylu, nacida en 2016 en el Oceanogràfic, comparte con su madre una llamada específica, una “etiqueta identificativa acústica” o apellido familiar. Ames, que estudia un doctorado en la Universidad de Southern Mississippi, se fijó como objetivo “entender cómo usan el sonido las belugas para comunicarse”, por interés científico y de conservación, ya que “decodificar” el habla de las belugas “puede esclarecer la causa de la alta mortalidad de bebés beluga detectada en algunas poblaciones salvajes”, según la Fundación Oceanogràfic.

El trabajo corrobora que las belugas, si no “palabras” propiamente dichas, “tienen combinaciones de sonidos que usan en diferentes situaciones”. “Pueden combinar diferentes frecuencias para decir cosas distintas, pueden modificar las frecuencias para cambiar el significado”, explicó.

Entre los hallazgos “menos esperados” destacó que Kylu "habla" en un rango de frecuencias “mucho más amplio de lo que se pensaba”. “Sabíamos que las crías de beluga emiten pulsos de sonido desde el nacimiento, pero no que pueden producir una frecuencia alta, de hasta más de 128 kHz”, precisó la autora, por lo que, sin ayuda tecnológica, los seres humanos “solo escuchamos parte de la conversación entre belugas”.

Para documentar las más de 300 horas de conversaciones entre madre e hija Ames trabajó con un hidrófono que registraba los sonidos en el agua y a la vez con cámaras, para poder asociar cada sonido con un comportamiento determinado y “descifrar” el significado semántico de su lenguaje.

La investigación, que corrobora que las belugas, “si no palabras propiamente dichas, tienen combinaciones de sonidos que usan en diferentes situaciones”, también abordó el desarrollo de las vocalizaciones y su uso así como el volumen al que habla Kylu comparado con los adultos, y los mecanismos de producción del sonido.

“Las llamadas de contacto son biológicamente muy importantes”, aseveró Ames, quien manifestó que, con ellas, las belugas pretenden “mantenerse en contacto con sus congéneres”. “Es el tipo de llamada que produce una cría cuando necesita encontrar a su madre, son como firmas sonoras, como etiquetas acústicas”, agregó, al tiempo que matizó que dichas “etiquetas podrían ser compartidas por miembros de la familia”.

Ames estudió el desarrollo de esta llamada para comprobar si es parecida a la de su madre y comprobó que Kylu “desarrolló al cabo de sus dos primeros años una llamada de contacto similar a la de su madre”, un resultado que, a su juicio, “apoya la idea de que las llamadas de contacto se transmiten de madres a hijos”.

“Si realmente ocurre así, entonces estas llamadas pueden contribuir a mantener la relación a largo plazo entre miembros de la misma familia en las sociedades de belugas”, abundó.

Kylu fue “un poco más lento en el desarrollo de su llamada” que el bebé analizado hace una década por su directora de tesis, Valeria Vergara, en el Acuario de Vancouver (Canadá) y la que produce “es una que su madre, Yulka, no usó mucho durante el primer mes de vida del bebé”, indicó Ames.

Tras defender que el nacimiento y el desarrollo de Kylu ha brindado a los investigadores “una oportunidad única” ya que, tanto él como su madre Yulka "son muy habladores”, Ames confesó que, aunque tanto su investigación como la de Vergara "muestran que las crías de beluga desarrollan llamadas de contacto similares a las de sus madres hacia el final de los dos años, necesitamos saber más”.

Los retos, a partir de ahora, son confirmar si las crías hembra también desarrollan estas llamadas, ya que los ejemplares estudiados hasta el momento son machos, y si las belugas las siguen produciendo a lo largo de toda su vida.

(SERVIMEDIA)
12 Mar 2019
MJR/gja