Medio ambiente

Doñana tiene menos conejos pese a la suelta de 50.000 ejemplares entre 2005 y 2015

MADRID
SERVIMEDIA

Las poblaciones nativas de conejo disminuyeron significativamente entre 2013 y 2015 en la Reserva de la Biosfera de Doñana pese a que entre 2005 y 2015 se lideraron más de 50.000 individuos procedentes de diferentes partes del oeste de Andalucía.

Ésta es la conclusión principal de un estudio realizado por un equipo de la Estación Biológica de Doñana (EBD), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo está publicado en la revista ‘Global Ecology and Biodiversity’.

Los investigadores indican que las repoblaciones intensivas de conejos no aumentaron las poblaciones nativas en Doñana, que han disminuido debido a factores como la transformación del hábitat y las enfermedades víricas.

Francisco Carro, miembro del equipo de seguimiento de procesos naturales de la EBD y autor principal del estudio, subraya que los datos sugieren que “las sueltas no son una estrategia de gestión eficaz, al menos en Doñana”.

“En la Península Ibérica se requiere un programa a largo plazo de seguimiento de las abundancias y tendencias de la especie similar al existente en el Espacio Natural de Doñana, que explore las causas de la disminución de la población de conejos. También son necesarios los programas de vigilancia de enfermedades y la epidemiología de campo, cruciales para el desarrollo de estrategia de conservación y manejo de la especie”, añade.

El conejo europeo (‘Oryctolagus cuniculus’) es una especie endémica y clave de los ecosistemas mediterráneos en la Península Ibérica, y es la principal presa del lince ibérico y águila imperial. En los últimos años, sus poblaciones han disminuido por la transformación del hábitat y las enfermedades víricas.

Para paliar esta situación se han realizado medidas correctivas en toda la Península Ibérica, tanto por gestores en conservación como por el colectivo de cazadores, que han incluido las repoblaciones de conejos utilizando ejemplares de otras áreas geográficas próximas.

Los investigadores indican que antes de iniciar programas de conservación que incluyen la liberación de ejemplares es necesario llevar a cabo un control sanitario estricto para evitar la introducción de enfermedades.

“En particular, se requieren estudios experimentales adicionales para investigar los programas de translocaciones como un medio para probar si se cumplen o no los objetivos”, concluye Carro.

(SERVIMEDIA)
14 Mar 2019
MGR/gja