Desde Valladolid, donde recibió el premio al ‘Mejor Comunicador del Año’ de la Universidad Miguel de Cervantes, Casado aclaró su postura a este respecto tras el revuelo generado en las últimas horas y las fuertes críticas de sus rivales políticos.

“Yo me siento víctima porque antes de político soy persona”, dijo en primer lugar, al considerar “de especial gravedad” el revuelo generado con un tema sobre del que “nunca” había dicho nada y no había comunicación por nota de prensa del PP.

Tras lamentar que doce horas más tarde “varios medios siguen la línea de un error ya reconocido en un medio”, pasó a clarificar la propuesta del PP y que consiste en que “las madres embarazadas que deciden entregar a su hijo en adopción en lugar de abandonarlo tengan absolutamente garantizada la confidencialidad y los mismos derechos que si estuvieran regularizadas”.

Incidió en que así se garantiza la protección del menor y la madre y que es algo que ya funciona en el protocolo contra el abandono de bebés de la Comunidad de Madrid. Catalogó así de ‘fake new’ que se haya difundido que el PP proponga no expulsar a mujeres en situación irregular a cambio de que entreguen a sus hijos en adopción.

Esta es una medida, insistió, “que ya está en marcha [en Madrid], que nunca había sido polémica” y que “todas las ONG, servicios sociales y países de nuestro entorno avalan”. En este punto, recordó que en Alemania “existe el parto anónimo” y cargó contra quienes “intentan tergiversar diciendo prácticamente que esto es como un robo de niños”.

Pidió, por tanto, “responsabilidad” a sus adversarios políticos y dijo que él nunca caería en mentir acerca de su rival para para tener un rédito político”. Dicho esto, volvió a la propuesta del PP para señalar que “parece sensato decir que esos programas [como el de ‘No me dejes en la calle’ de Madrid] sean aplicables a las mujeres que aún no tienen sus papeles en regla”.

“Es solidario, humano, responsable y algo en lo que tendríamos que ir todos remando en la misma dirección”, dijo sobre su idea de incluir en la Ley de Maternidad esta propuesta para garantizar la confidencialidad en los procesos y que la entrega voluntaria de un bebé no tenga consecuencias negativas para la madre si está en situación irregular.

Finalmente, Casado pidió “apostar por la verdad”, que “no admite matices ni el cristal de cómo se mire”, aunque sí aproximaciones, ideologías o procedencias. “Pero, al final, tiene que ser siempre al servicio del bien común”, remachó el líder de los populares.