Según el Servicio de Información del Vaticano, Francisco remitió un telegrama a través del secretario de Estado, Pietro Parolin, en el que se hacía eco de que Bergoglio “se entristeció profundamente” de los actos “de violencia sin sentido” contra dos mezquitas en Christchurch.

En el mensaje, Francisco mostró “a todos los neozelandeses, y en particular a la comunidad musulmana, su sincera solidaridad”.

También manifestó su intención de rezar por la curación de los heridos, el consuelo de quienes han perdido un ser queridos y por todos los afectados por esta tragedia.