Así lo denuncian la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y el Consejo Griego para los Refugiados (GCR) en un vídeo difundido hoy bajo el título ‘Evros, la nueva ruta mortal hacia Europa’.

Según CEAR, “cuando una frontera se cierra, otra ruta más larga y peligrosa se abre”, y después de que el citado acuerdo estableciese el pago de 3.000 millones de euros para que las autoridades turcas blindaran su frontera marítima con Grecia, las llegadas marítimas han caído de forma importante, pero han aumentado las entradas terrestres.

Por su parte, el coordinador de la Unidad Jurídica del GCR, Vasilis Papadopoulos, señaló que "el creciente número de personas que llegan a través de Evros –entre ellas muchas familias y niños– pone de relieve la ineficacia y los riesgos asociados con las políticas de cierre de fronteras, especialmente cuando están destinadas a detener la necesidad fundamental de las personas de buscar protección".

"'Ayer' se trataba de los peligrosos viajes marítimos, ‘hoy’ se está convirtiendo en un viaje cada vez más peligroso por tierra a través de Evros. Después de haber permanecido fuera del radar, Evros es también el lugar de algunas de las violaciones más horrendas de los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo", alertó CEAR.

El vídeo presentado hoy forma parte del proyecto que desde 2016 CEAR inició en Grecia junto al Consejo Griego para los Refugiados, financiado por el Ayuntamiento de Madrid. Su objetivo es ofrecer más de 100 plazas de acogida digna para personas especialmente vulnerables, al tiempo que proporciona asesoramiento legal y participa en acciones de sensibilización y denuncia sobre la situación de los refugiados en este país.