Salud

Unas 47.000 personas en España padecen cefalea en racimos, un 20% de forma crónica

- La SEN insta a “hacer esfuerzos" para que tanto los pacientes como los profesionales sanitarios conozcan esta enfermedad y sepan reconocerla

Madrid
SERVIMEDIA

Unas 47.000 personas en España padecen cefalea en racimos, un 20% de ellas en su forma crónica, y un 10% de las formas crónicas son refractarias a los fármacos.

Así lo puso de manifiesto la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo de la celebración, este jueves, del Día Internacional de la Cefalea en Racimos, a través de un comunicado en el que indicó que los afectados por cefalea en racimos, el segundo tipo de cefalea primaria más frecuente tras la migraña, tardan casi cinco años en obtener un diagnóstico correcto y la mitad no recibe el tratamiento preventivo adecuado.

Según explicó la doctora Sonia Santos Lasaosa, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, los afectados por la cefalea en racimos, que se ha llegado a denominar cefalea ‘suicida’, presentan dolor de gran intensidad, de inicio rápido, unilateral y generalmente alrededor del ojo o la sien. Unas crisis que suelen acompañarse de síntomas en la región ocular, como lagrimeo, caída del parpado, enrojecimiento, congestión o secreción nasal.

La cefalea en racimos suele iniciarse en pacientes que rondan los 30 años de edad y es más frecuente en varones, ya que se diagnostica cefalea en racimos a dos o tres hombres por cada mujer.

La organización precisó que solo un 15% de los pacientes son diagnosticados en su primera visita al médico y un 57% recibe diagnósticos equivocados.

“Algo que caracteriza a la cefalea en racimos es que existe un importante retraso en el diagnóstico de estos pacientes”, reseñó la doctora Sonia Santos, quien instó a “hacer esfuerzos para que tanto los pacientes como los profesionales sanitarios conozcan esta enfermedad y sepan reconocerla”.

Aunque existen diferentes tratamientos farmacológicos sintomáticos y preventivos de eficacia demostrada, se estima que más de un 30% de los pacientes no han tenido acceso al oxígeno como tratamiento de sus crisis.

Además de evitar ciertos factores desencadenantes, como el alcohol o la siesta, el paciente necesitará un tratamiento sintomático y "ciertos tratamientos de transición y preventivos”, añadió, al tiempo que matizó que para los casos refractarios también existen medidas no farmacológicas disponibles, “que deberán ser evaluadas de forma individual”.

(SERVIMEDIA)
20 Mar 2019
MJR/caa