Medio marino

Las olas gigantes son menos frecuentes, pero más extremas

MADRID
SERVIMEDIA

Las olas gigantes, definidas así cuando superan el doble de la altura media del estado del mar que las rodea, se producen con menos frecuencia, pero cada vez son más extremas.

Ésta es la conclusión a la que han llegado cuatro investigadores de la Universidad de Southampton (Reino Unido) en un estudio publicado en la revista 'Scientific Reports' tras analizar datos a largo plazo para evaluar por primera vez una gran extensión del océano con el fin de determinar cómo se comportan estos fenómenos raros, inesperados y peligrosos.

Algunas olas gigantes han llegado a medir más de 30 metros de altura desde la vaguada hasta su pico más alto. Las más feroces son capaces de dañar o hundir barcos e incluso pueden herir o matar a tripulantes y, en ocasiones, han arrastrado a personas desde la costa hasta el mar.

Un equipo de ingenieros y oceanógrafos de la Universidad de Southampton, junto con investigadores del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido, examinaron datos de 15 boyas entre 1994 hasta 2016 a lo largo del litoral occidental de Estados Unidos, desde Seattle, al norte, hasta San Diego, al sur.

Los datos muestran que olas gigantes varían mucho según el área del mar y el periodo de tiempo analizado. Sin embargo, los investigadores encontraron que estos fenómenos disminuyeron a lo largo de las dos décadas examinadas, pero su tamaño aumentó.

Además, las olas rebeldes son más frecuentes y de mayor gravedad en los meses de invierno y, curiosamente, ocurren con mayor frecuencia en los mares de fondo más tranquilos.

"La aparición de olas gigantes es difícil de predecir, pero simplemente entender cuándo y cómo ocurren estos eventos raros es extremadamente importante para los navegantes, tanto en términos de seguridad como de economía", apunta Alex Cattrell, investigador principal del estudio.

PROBLEMA GLOBAL IMPORTANTE

A lo largo de la costa occidental de Estados Unidos, las olas altas han arrastrado fatalmente a personas hacia el mar en Point Reyes, la playa de Maverick y Arcata (California), así como la Bahía de Depoe (Oregón). En el año 2000, el buque de investigación de la NOAA R / V Ballena volcó en Point Conception (California) y en 2006, el M / V Westwood Pomona encontró una ola gigante en el puerto de la Bahía de Coos que hirió a una persona y dañó el buque.

Meric Srokosz, del Centro Nacional de Oceanografía, apunta que "los puertos a lo largo de la costa oeste de América manejan casi la mitad del comercio de contenedores del país y, junto con el envío conectado a la industria petrolera californiana, hay un alto volumen de cargueros, carga, pesca y actividad de embarcaciones de pasajeros en la región".

En todo el mundo, las olas gigantes ocurren muchas veces al día y son un problema global importante para la industria naviera. Por ejemplo, un estudio realizado identificó más de 10 olas con al menos 25 metros de altura en un intervalo de tres semanas de 2004.

(SERVIMEDIA)
20 Mar 2019
MGR/gja