Medio ambiente

Los lagos verdes dispararán hasta un 90% la emisión de metano en la atmósfera

MADRID
SERVIMEDIA

La eutrofización de los lagos, que hace que estos ecosistemas se vuelvan verdes por la abundancia de algas fitoplanctónicas, contribuye al cambio climático al aumentar hasta en un 90% las emisiones de metano en la atmósfera para el próximo siglo.

Así se recoge en un estudio dirigido por Jake Beaulieu, de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y publicado en la revista ‘Nature Communications’.

Además, los largos verdes también tienen otras repercusiones locales porque el agua potable saludable, la pesca y las oportunidades recreativas aumentan cuando las aguas son más cristalinas.

El estudio indica que las toxinas liberadas por la proliferación de algas pueden hacer que el agua deje de ser potable. Cuando mueren las algas, las bacterias que las descomponen también agotan el oxígeno en el agua. Sin oxígeno, los peces y otros animales se asfixian.

En todo el mundo, estas aguas verdes también contribuyen de manera importante al metano atmosférico, un gas de efecto invernadero que es hasta 34 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).

"Calculamos que la ecologización de los lagos del mundo aumentará la emisión de metano a la atmósfera entre un 30 y un 90% durante los próximos 100 años", apunta Beaulieu.

Los investigadores indican que se espera que tres mecanismos distintos impulsen aumentos en el enverdecimiento o la eutrofización de los lagos durante los próximos 100 años. Primero, la población humana aumentará un 50% en 2100; más personas significan más aguas residuales y más fertilizantes. Con las tasas actuales de crecimiento demográfico y cambio climático, la eutrofización en los lagos aumentará entre un 25 y un 200% en 2050 y se duplicará o cuadruplicará en 2100.

En segundo lugar, el aumento de las tormentas y las aguas pluviales incrementará las pérdidas de nutrientes de la tierra. Y, en tercer lugar, a medida que el clima se calienta, los lagos también se calentarán y producirán más algas. Además, se espera que el área del planeta cubierta de agua aumente, lo que dará como resultado más aguas superficiales que emiten metano.

"Es realmente sorprendente la cantidad de eutrofización que podría aumentar en los próximos 50 a 100 años", apunta John A. Downing de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) y coautor del estudio, quien añade: "Las personas hacen cuatro cosas importantes que afectan la eutrofización: comen, excretan, engendran más personas que comen y excretan, y alteran los paisajes y el clima".

“GANAMOS DOS VECES”

Utilizando el crecimiento poblacional proyectado y el cambio climático, los autores simularon la eutrofización de los lagos en cuatro escenarios diferentes y conservadores de la carga futura de fósforo de bajo a alto: 80, 130, 170, 200 y 220% respecto a los niveles actuales.

"Utilizamos fósforo porque la relación entre el fósforo y el crecimiento de plantas o algas está bien establecida", recalca Tonya DelSontro, de la Universidad de Ginebra (Suiza), quien agrega: "Actualmente, la fuente más grande de metano atmosférico son los humedales. Si el fósforo en los lagos se triplica, entonces las emisiones de metano de los lagos podrían ser el doble que las de los humedales".

Los autores utilizaron un modelo estadístico que crearon en 2018 y que correlaciona las emisiones de metano con el tamaño del lago y la clorofila, que es una medida de la biomasa de algas elevada estimulada por el fósforo.

Al utilizar la distribución global del tamaño del lago y el área total del lago, el calentamiento climático de los lagos, las futuras concentraciones de fósforo y la escorrentía de nutrientes provocada por la tormenta, pudieron calcular las futuras emisiones de metano del lago, que los autores dicen que no se ha hecho antes.

El resultado optimista es que las prácticas mejoradas de manejo de nutrientes podrían revertir la eutrofización de los lagos y, por lo tanto, reducir las emisiones de metano. Además, la acción local para mejorar la calidad del agua podría tener importantes consecuencias globales.

"Al mantener y mejorar la calidad de nuestra agua dulce ganamos dos veces. Una vez en la atmósfera y una vez más aquí en la Tierra", sentencia Downing.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2019
MGR/gja