Según aseguró la oficina para la protección a la infancia de las Naciones Unidas en una nota, dichas plantas ayudarán a más de 24.000 niños.

Estas medidas se incluyen en un esquema de apoyos de emergencia para los niños, niñas y adolescentes en Venezuela, al mismo tiempo que impulsa con entidades del sector público y la sociedad civil, su asistencia a poblaciones vulnerables en materia de salud, nutrición, educación y protección de la niñez.

Además, a través de aliados como la Cruz Roja, Cáritas, Protección Civil Miranda y Protección Civil Táchira, Unicef ha distribuido pastillas potabilizadoras de agua a más de 12.000 familias, entregadas durante visitas comunitarias y en los puntos de hidratación dispuestos en Caracas, ante la falta en el suministro de agua ocasionada por los cortes eléctricos.

Se han instalado también tanques en centros hospitalarios para el acceso a agua segura de pacientes y sus familiares y también se han distribuido sales de hidratación para 4.200 familias.

Junto a Fe y Alegría, a través de su red nacional de emisoras, Unicef ha difundido a más de 110.000 personas información sobre atención y protección de niños, niñas y adolescentes ante las actuales circunstancias, y sobre cómo motivarlos a seguir aprendiendo mientras se encuentran en sus casas.

Estos esfuerzos se unen al apoyo continuado de Unicef en el país, que desde 2018 ha hecho llegar insumos médicos, de salud y nutricionales para más de 350.000 niños, niñas y mujeres, en acuerdo con el gobierno y con el apoyo de la sociedad civil. Esto incluye la cooperación con el Instituto Nacional de Nutrición y con Cáritas para atender a más de 189.000 niños, a través de tratamientos preventivos de la desnutrición y tratamiento para la desnutrición aguda.

Igualmente, la organización internacional para la infancia ha apoyado la distribución de 2,5 millones de vacunas contra el sarampión y la difteria, tratamiento anti malaria para 150.000 niños, tratamiento antirretroviral para 2.324 niños con VIH-sida y fórmulas especiales para todos los niños registrados en el Programa Nacional de Errores Innatos del Metabolismo.