Así se pronunció Robles durante su participación en la presentación del encuentro sobre la ‘Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad’, que tuvo lugar en el Centro de Estudios Superiores de la Defensa (Ceseden) en Madrid, un acto que también contó con la presencia de la alta comisionada para la Agenda 2030, Cristina Gallach.

La ministra comenzó su alocución recordando que en 2019 se conmemora el 30 aniversario de la participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones internacionales, un hito que será el eje de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, que este año acogerá Sevilla.

Subrayó que las Fuerzas Armadas “han sido, son y serán” un “motor de paz allá donde están”, aun “poniendo en riesgo sus vidas”, como lo evidencia el hecho de que 170 militares españoles han muerto en acto de servicio “defendiendo la paz en el mundo”.

“Si hay un país que tiene asumido ese papel de defensa de la paz es España y sus Fuerzas Armadas”, comentó.

Consideró “especialmente importante” que la ONU se involucre en la búsqueda de la paz en zonas en conflicto, señalando la importancia de su resolución 13/25, que “pone en valor el papel de la mujer como agente de paz”.

Tras destacar que las mujeres y los niños son quienes sufren más las guerras, abogó por trabajar en un “doble sentido”: contando con contingentes “absolutamente comprometidos con la paz y con una participación muy importante de las mujeres”.

Cifró en 15.000 el número de mujeres enroladas en las Fuerzas Armadas, un 12,7% del total de efectivos, un guarismo superior al de algunos países aliados, y en alrededor de 200 las que se encuentran participando en misiones internacionales.

Llamó a hacer una “apuesta firme y decidida” para incrementar la presencia de las mujeres en misiones de paz con el objetivo de “empoderar a aquellas que sufren el desagarro de las guerras”.

“Sólo se puede preparar un futuro en paz con mujeres preparadas como mediadoras y agentes de paz”, aseveró.

Esto le permitió esbozar un “lema muy gráfico”: “tenemos que hacer la revolución de paz”, para lo que enjuició determinante que la ONU “se comprometa de verdad con la resolución 13/25 y la implemente”.

Juzgó crucial el papel de las mujeres como “agentes de paz”, ya que “sin ellas, no habrá paz, seguridad y libertad”, por lo que llamó a “arremangarnos” en la consecución de una “revolución por la paz”, una revolución que llegó a enmarcar como “pacifista”.

Esa revolución, según Robles, iría en paralelo al compromiso “activo y militante” de las Fuerzas Armadas por la paz. “Mientras no se consigue, no podremos descansar”, dijo.

Trasladó a las mujeres militares la importancia de que con su trabajo evidencie que España es uno de “los principales países que lucha por la paz en el mundo”.

Finalizó su intervención proclamando un “llamamiento ilusionado y esperanzado para que la ONU siga comprometida con la paz”.

Por su parte, Gallach consideró de especial importancia “utilizar el potencial de las mujeres como agentes de paz", lo que le permitió apuntar que la resolución 13/25 de la ONU es una “herramienta útil para poner en marcha planes concretos” sobre esta cuestión en organismos como las Naciones Unidas y la UE.