Salud

Investigadores españoles descubren un nuevo mecanismo del proceso inflamatorio del tejido adiposo de personas obesas y diabéticas

Madrid
SERVIMEDIA

Investigadores del Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem) y del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (Iispv) han descubierto un nuevo mecanismo por el cual un metabolito que participa en la regulación de la energía en las células también es capaz de regular la inflamación del tejido adiposo que tiene lugar en los procesos de obesidad y la diabetes.

El hallazgo, publicado en la revista ‘Nature Immunology’, abre nuevas posibilidades terapéuticas “extensibles a enfermedades inflamatorias y del sistema inmune”, según precisó la investigadora del Ciberdem Sonia Fernández-Veledo, responsable del estudio junto al investigador Joan Vendrell.

El trabajo analiza el papel del succinato, un metabolito conocido por sus funciones energéticas en la mitocondria y que a su vez es capaz de actuar fuera de la célula como si fuese una hormona, modificando el metabolismo energético.

Los investigadores han estudiado su función y la de su receptor SUCNR1 en los macrófagos, un tipo celular específico “fundamental en la aparición de las alteraciones que se ven en el tejido adiposo de los pacientes con obesidad y diabetes”, puntualizó la experta.

En este estudio se identifica por primera vez al succinato y su receptor SUCNR1 como “actores fundamentales” en la resolución de la inflamación y para ello los investigadores generaron un ratón cuyos macrófagos no presentan el receptor de succinato SUCNR1, circunstancia que, contrariamente a lo que se esperaba, provoca un mayor grado de inflamación en su tejido adiposo, peor tolerancia a la glucosa y mayor resistencia a la insulina.

Además, estos ratones son más susceptibles de desarrollar obesidad en respuesta a una dieta grasa.

En ese estudio, los investigadores demostraron que el succinato tiene un efecto dual interviniendo en la resolución del proceso inflamatorio. Este metabolito actuaría a la vez como señal de alarma en respuesta a daño o estrés celular y molécula “apaciguadora” de la inflamación.

Los estudios con pacientes corroboraron las observaciones halladas en el modelo animal ya que cuando los macrófagos fueron expuestos a succinato, los procesos inflamatorios disminuyeron en los sujetos sanos, hecho que no tiene lugar cuando se estudian pacientes obesos, lo cual indica que en la obesidad hay un “déficit de respuesta” por parte de este tipo de células.

“Curiosamente, los pacientes obesos, tienen niveles en sangre más elevados de succinato, lo cual lleva a pensar que presentan una resistencia al mismo, como ocurre con otras hormonas como la insulina”, explicaron los responsables del estudio.

"Recuperar" la función fisiológica de SUCNR1 representa para los estudiosos una nueva estrategia terapéutica para el tratamiento de la obesidad y sus enfermedades asociadas, principalmente la resistencia a la insulina y la diabetes tipo II.

Este grupo seguirá trabajando para estudiar la fisiología del eje succinato-SUCNR1 y sus implicaciones en patologías metabólicas.

El estudio ha contado también con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols y del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB).

(SERVIMEDIA)
09 Abr 2019
MJR/gja