Salud

Reumatólogos aconsejan “evitar el reposo en cama” ante un episodio agudo de lumbalgia

MADRID
SERVIMEDIA

La Sociedad Española de Reumatología (SER) aconseja “evitar el reposo en cama”, así como intentar hacer vida normal e incorporarse a actividades cotidianas lo antes posible, cuando se sufra un episodio agudo de lumbalgia o lumbago. La entidad ha publicado un decálogo para pacientes con lumbalgia dentro de su campaña ‘Ponle nombre al reuma’.

La lumbalgia o lumbago se define como un “dolor que se localiza en la zona baja de la espalda, entre el límite inferior de las costillas y la zona glútea”.

La entidad indica que en caso de padecer una crisis aguda, es importante “cambiar a menudo de posición, caminar y moverse de vez en cuando”, así como “aplicar calor suave en la espalda” y “realizar masajes suaves en la zona”. Recuerda que el dolor “suele desaparecer en unos días, aun sin tratamiento”.

El documento, realizado con la colaboración del reumatólogo del Hospital General de Ciudad Real Andrés Ariza, recoge la importancia de “mantener un adecuado peso corporal”, evitar sobrecargas y “aprender cuidados posturales correctos”.

También insiste en “prestar atención al colchón de la cama” y aconseja “dormir boca arriba con una almohadilla bajo las rodillas, o de costado con una almohadilla entre las piernas”. En este sentido, recuerda que dormir boca abajo “modifica la normal curvatura de la región lumbar y ocasiona dolores por la mañana”.

Usar calzado adecuado, dejar de fumar o incluso evitar situaciones de estrés son algunos de los consejos que se incorporan en el decálogo, que manifiesta que realizar ejercicio físico es una buena acción si está “encaminado a reformar la musculatura lumbar y abdominal” y siempre en función de cada paciente.

Por último, los reumatólogos indican que puede ser útil la fisioterapia y que en determinadas ocasiones “se deberán llevar a cabo sesiones de psicoterapia y/o terapia cognitivo conductual, especialmente cuando el dolor sea de larga duración y conlleve algún grado de discapacidad”.

Las causas más frecuentes son las de origen mecánico: alteración de la estática vertebral (escoliosis), contracturas musculares (por sobrecarga mecánica o tensional), problemas degenerativos del disco intervertebral y/o de las articulaciones posteriores vertebrales, fracturas por osteoporosis o traumatismos violentos. Otras causas menos frecuentes son enfermedades inflamatorias de las estructuras vertebrales (como la espondilitis anquilosante), infecciones o tumores.

(SERVIMEDIA)
11 Abr 2019
ARS/caa