Llamazares explicó a Servimedia que concurre a las elecciones del próximo 28 de abril como cabeza de lista al Congreso de los Diputados por Madrid, convencido de que su labor es ocupar un espacio que ha quedado "vacío y abandonado" tras la inclusión de Izquierda Unida en Unidas Podemos. Además, precisa, ese espacio debe ser más amplio y representar a quienes creen que la izquierda no debe ser solo la "inercia" de un PSOE que propone ahora lo que no ha hecho durante décadas ni de la "gestualidad radical" de Podemos.

Cree, además, que Unidas Podemos ha practicado una política de alianzas "errática" y ha trasladado a la cultura política de la izquierda elementos que para ella son "extraños", por ejemplo en el modelo de Estado que defiende.

Considera que su principal baza ante esos electores que se sienten "huérfanos" es la cultura del diálogo, de la negociación y de la "seriedad" en política, y alerta de que cuando hay elecciones la confianza no debería depositarse tanto en promesas como en la trayectoria demostrada por cada cual. Denuncia, en ese sentido, que en la actual campaña electoral hay líderes que están prometiendo "la Luna" y participando en una "subasta de bajada de impuestos muy preocupante".

El principal eje de sus propuestas es el impulso de un "nuevo contrato social y laboral", ya que el principal problema de España es la desigualdad y la pobreza. Eso comporta una mejor financiación de los servicios públicos, desarrollando los modelos de gestión pública que se han demostrado más eficaces y eficientes que los privados o semiprivados. Incluye también una apuesta por la igualdad de género que va mucho más allá de la lucha contra la violencia que sufren las mujeres, y que, al igual que el combate del cambio climático, merece un amplio acuerdo más allá de siglas políticas.

Ese nuevo pacto comporta, también, un "plan de emergencia" contra la corrupción, después de décadas en las que ni PP ni PSOE la han frenado. De hecho, denunció, a pesar de llegar al Gobierno tras una moción de censura precipitada por la corrupción del PP, no solo no ha tomado "ni una sola medida seria" sino que ha "ocupado" las instituciones "como si fueran propiedad del partido", lo cual es "lo más contrario a la regeneración democrática".

Llamazares reconoció que una de sus principales diferencias con Unidas Podemos es su política territirial y su posición ante la situación en Cataluña, porque en Actúa no creen que un referéndum sea la solución ni que exista en democracia el derecho de autodeterminación, contemplado por el Derecho Internacional únicamente para los países "ocupados" o para pueblos sometidos a "opresión". Su apuesta, explicó, es desarrollar "al máximo" la Constitución en un sentido federal, e incluso reformarla, aunque para ello, reconoce, hace falta un consenso muy amplio.

Actúa se presenta a las elecciones generales en ocho circunscripciones como símbolo de su pretensión de representar a los votantes de izquierdas de todo el Estado, pero es Madrid, Asturias o Sevilla donde tiene sus máximas expectativas de lograr representación en el Congreso de los Diputados, con el objetivo de contribuir a una mayoría de izquierdas que no esté "hipotecada" con otro tipo de opciones políticas.

Sin embargo, insiste Llamazares, su proyecto va más allá de los procesos electorales concretos y pretende contribuir a recuperar la política del diálogo y del acuerdo, sustituir "la agitación" y la "gesticulación" por lo que considera "buena política" argumentativa. Denuncia en ese punto que el debate actual está rozando "la mala educación" porque los líderes quieren ir más "a las vísceras" de sus electores que a su razonamiento. "No digo que la política no sea sentimiento, pero es que no veo más que sentimiento negativo", lamenta.