Su pago se enmarca dentro del plan estratégico de la entidad que entre los objetivos para el trienio 2018-2020 incluye remunerar con 2.500 millones de euros a sus accionistas entre dividendos ordinarios y un reintegro del capital excedentario que genere por encima del 12% de solvencia de máxima calidad regulatoria o ‘CET1 fully loaded’.

El banco ya repartió el pasado día 11 un total de 357 millones de los 703 millones ganados durante el 2018. Durante ese ejercicio fue capaz, de hecho, de generar 775 millones de nuevo capital: los 357 millones destinados a remunerar al accionista y otros 418 millones adicionales en exceso de recursos propios.

Sin embargo, aún no ha echado mano de la hucha de recursos propios ni siquiera estimado qué cuántía podría destinar al dividendo a la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) definiese los requerimientos en materia de solvencia para el ejercicio en curso.

“No se espera que la distribución de dividendos especial ocurra antes del final del plan estratégico”, estima al respecto Credit Suisse en su informe donde augura que el citado pago extraordinario será de 1.000 millones y para el ejercicio 2020. A esa cuantía habría que sumar los pagos ordinarios anuales, que el banco de inversión cifra en otros 1.000 millones.

Para Credit Suisse, la rentabilidad de la entidad continúa siendo un problema y espera que el resultado del primer trimestre descienda un 18% en comparativa interanual, hasta los 189 millones, en línea con el descenso de cuentas que pronostica para la gran banca. Según sus cálculos, los retrocesos se producirán en todas las entidades y en una horquilla que van desde el 22,44% de caída en Caixabank, al 8% de disminución en Santander por menores ingresos en el negocio asociado a los mercados.

Aun así, el banco de inversión mantiene un precio objetivo en Bankia de 2,90 euros por acción. Dicho precio supera en más de un 20% su última cotización, fijada en los 2,41 euros.

A pesar del escenario de tipos a cero, Credit Suisse espera que el banco suba su capital de máxima categoría desde el 12,4 al 13,2% durante la vigencia del plan estratégico, y cree que podría generar otros 800 millones de capital extra si el BCE aprueba su modelo de gestión de riesgo individual para hipotecas.