Iglesias lanzó este mensaje al final de su intervención en un acto de campaña en el centro cultural llamado La Fábrica de Tornillos de Miranda de Ebro (Burgos), que se llenó con unos mil espectadores. Después de desgranar algunas de las propuestas de su programa electoral, Iglesias se mostró convencido de que “muchos votantes progresistas están de acuerdo” con ellas, aunque prefieran votar al PSOE que a Unidos Podemos.

A ellos les planteó una reflexión: “¿Por qué cada vez que emplazamos al PSOE a decir que no van a pactar con Ciudadanos miran para otro lado?”. Él mismo se respondió: "No lo pueden asegurar porque, si les dan los números, van a llegar a un acuerdo. No porque lo diga yo, sino porque lo dijo Pedro Sánchez en 'Salvados'".

Así, recordó la entrevista de finales de 2016 en la que Sánchez, recién dimitido como secretario general del PSOE al ponerse en contra la mayoría de los compromisarios del Comité Federal, atestiguó haber recibido presiones de los poderes económicos para no pactar un Gobierno con Podemos. Para evitarlo, aseguró, compraban a periodistas en la operación desvelada en un libro por el exdirector de ‘El Mundo’ David Jiménez.

Si el 28 de abril Unidas Podemos no tiene votos suficientes para pactar con el PSOE y Ciudadanos sí, continuó, los socialistas “van a recibir todas las presiones” para llegar a un acuerdo con el partido de Albert Rivera, del que dijo que tiene un discurso de “extrema derecha”.

Según Iglesias, los socialistas, en octubre pasado, “acordaron los Presupuestos con nosotros porque no les quedaba más remedio”. Y en la nueva legislatura ocurrirá lo mismo, por lo que “la única garantía de que haya un Gobierno progresista” será votar a Unidas Podemos y que den los números para un acuerdo con el PSOE. “Si no, los poderes económicos van a empujar al PSOE a pactar con la derecha, como ha ocurrido siempre”.

Al principio de su discurso, Iglesias lamentó que “si alguien dice una idiotez te dedican muchos minutos en el telediario”, mientras que, a su juicio, no se da la misma atención a las cosas importantes: las condiciones laborales, la reconversión industrial, el éxodo de los jóvenes, las pensiones, las infraestructuras del mundo rural…

El líder de Podemos reivindicó que decir cómo funciona el poder es un acto democrático, volvió a presentar la actuación de la presunta trama del excomisario José Villarejo contra el partido como muestra de que las cosas se pueden cambiar y, como antes de ayer en Valencia, pidió “una oportunidad” de gobernar en este país dirigiéndose a la gente que no confía en los políticos.

“No confíen en ningún político, sólo confíen en las garantías”; concedió, presentando como tal garantía la supuesta guerra sucia de los poderosos, y aclarando a esos escépticos que no les pide su voto a “una idea compleja o abstracta”, sino para que los artículos de la Constitución que garanticen los derechos sociales se cumplan y, como ocurrió con el salario mínimo, “tener los votos y escaños suficientes para imponérselo a Pedro Sánchez”.