Salud

Un estudio en Harlem (Nueva York) muestra que los niños pueden prevenir enfermedades cardiovasculares desde preescolar

MADRID
SERVIMEDIA

Un estudio coordinado por el director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Valentín Fuster, en Harlem (Nueva York) muestra que los niños en edad preescolar pueden tener más y mejores oportunidades para evitar hábitos de vida poco saludables relacionados con la obesidad y las enfermedades cardiovasculares cuando sean adultos.

Los investigadores se centraron en niños que residen en una comunidad desfavorecida, una situación que habitualmente está relacionada con tasas más altas de obesidad, enfermedades del corazón y otros problemas de salud.

La iniciativa, denominada ‘Proyecto Familia’, tiene como precedente el Programa de Salud Integral ‘(SI!)’ liderado por la Fundación SHE-‘la Caixa’, que cuenta con la colaboración científica del CNIC y del Hospital Mount Sinai.

En el estudio se analizó a 562 niños en edad preescolar procedentes de 15 diferentes centros de educación infantil de Harlem. La población de este distrito es predominantemente afroamericana y latina, grupos que experimentan un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, según los investigadores.

Al comienzo del estudio, todos los participantes respondieron a un cuestionario que incluía imágenes para facilitar la comprensión. Por ejemplo, se les solicitó que eligieran qué alimentos eran más saludables de entre un grupo que incluía verduras, frutas, hamburguesas con queso o patatas fritas. También se les preguntó con qué frecuencia corrían, saltaban y jugaban.

Los niños de seis escuelas tuvieron la formación habitual, mientras que los de otras nueve se beneficiaron de un programa de aprendizaje diferente diseñado por cardiólogos, psicólogos y educadores.

Los resultados mostraron que los niños que recibieron formación específica mejoraron sus conocimientos y actitudes con respecto a un estilo de vida saludable en un 12%, más del doble que el grupo que tuvo la formación tradicional (5,5%).

Los niños que más mejoraron en el grupo con formación específica fueron aquellos que habían obtenido las puntuaciones más bajas en el cuestionario al inicio del estudio. Además, de aquellos que completaron al menos el 75% del programa se beneficiaron más los que recibieron menos de la mitad, algo que también confirma, según los investigadores, la eficacia de la intervención.

(SERVIMEDIA)
22 Abr 2019
GIC/caa