El Ejido (Almería) es la localidad que más población ha perdido en el último año, con 3.386 habitantes menos que hace un año. Sin embargo, el municipio que más proporción de ciudadanos ha perdido es Villarmentero de Campos, un pueblo palentino de 16 vecinos y un solo adolescente que tiene un 44% menos de habitantes que en 2018.

También en Palencia está el ejemplo opuesto, Villamuriel de Cerrato. En esta localidad de algo más de 6.000 habitantes, uno de cada seis tiene menos de 15 años y los adolescentes superan con creces a los mayores de 65.

Otro ejemplo de desarrollo demográfico en el entorno rural es Torre del Burgo, en Guadalajara, cuya población ha aumentado un 26,9% gracias a la inmigración, mientras que en Poblete, una localidad muy próxima a Ciudad Real, los niños y adolescentes casi triplican a los mayores de 65 años.

La capital, Madrid, es el municipio que más población ha ganado con 40.353 habitantes más, mientras que también tiene el mayor saldo interior positivo, siendo la localidad a la que más personas han llegado para vivir procedentes del resto de España (4.282). En Barcelona, por el contrario, se han marchado 6.683 personas.

Mijas (Málaga) es la localidad que más españoles abandonan para irse a vivir fuera de España, poco más de 5.000. Asimismo, Orense es la provincia más envejecida de España.

El análisis realizado por Esri, un sistema de visualización de datos, muestra cómo la población española envejece a gran velocidad con una media de edad de 43 años. Cuatro de cada 10 personas viven en municipios de más de 100.000 habitantes y ya hay más de 5.000 pueblos en los que viven menos de 1.000 personas, un reflejo de la continua despoblación del entorno rural.