En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, Sánchez se refirió a ese salto de Garrido desde la candidatura del PP a las elecciones europeas a la de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid, y se preguntó cómo esos dos partidos pretenden gobernar juntos "si no son capaces de gobernarse entre ellos". "Si no son capaces de fiarse entre ellos mismos, cómo van a fiarse los españoles de estas dos derechas", apuntó.

Subrayó que entre unos y otros le han tachado de "ilegítimo, golpista, felón", como si hubiera "una suerte de primarias en la derecha a ver quién dice la barbaridad más grande", de forma que en vez de contraargumentar a la ultraderecha esos dos partidos lo que han hecho es "abrazar" sus mentiras.

Sánchez reiteró su propósito de gobernar únicamente con "integrantes del PSOE e independientes de reconocido prestigio progresistas", como ha hecho estos últimos meses pero con un peso mayor de la bancada socialista en el Congreso de los Diputados y, eso sí, hablando "con todos, dentro de la Constitución".

Sin embargo, considera que aventurar posibles pactos es "empezar la casa por el tejado", aunque sí reconció que tiene "más afinidades, desde el punto de vista de la izquierda y de las políticas sociales", con Unidas Podemos que con el PP, por ejemplo. En todo caso, alertó de que hay cuestiones, no solo el desafío territorial en Cataluña sino la despoblación o el cambio climático, que requerirán "grandes consensos" que tendrán que trascender los bloques ideológicos.

En ese sentido, denunció "cierta hipocresía" tanto de Ciudadanos como de Unidas Podemos, que parecen haber descubierto ahora la España interior y despoblada, pero que defienden una reforma electoral que implicaría menor representación en el Congreso de los Diputados de esos territorios. Les pidió, por ello, coherencia en sus planteamientos y abordar el reto de la despoblación con argumentos serios y sólidos.

Al hilo de esas reflexiones, el presidente explicó que le da "pena" comprobar cómo la ultraderecha está "condicionando, y mucho", el discurso y las posiciones del PP y de Ciudadanos, y está "crispando" y "radicalizando" a esas dos formaciones.

Por ello, se dirigió a quienes no tienen decidido su voto pero sí "tienen muy claro que el trío de Colón no puede sumar" tras las elecciones, para pedirles que voten al PSOE porque es el único partido capaz de impedir esa mayoría.

DEBATES

Sánchez quiso dar la enhorabuena a RTVE por la organización del debate del pasado lunes, por el "espectacular" dato de audiencia, convencido de que esos debates "sirven algo, sin duda alguna" para atraer a los indecisos. Cree que ese día marcó "un antes y un después" porque ya nunca se podrá evitar que al menos un debate en los procesos electorales se haga en la cadena pública.

Reiteró que esos debates han servido para mostrar a una derecha "desconcertada, fragmentada, desorientada", que no tiene un proyecto político claro para España. Gobernar es algo "muy serio", dijo, hace falta estabilidad y un partido que pueda depender, sobre todo, de su propio peso parlamentario.

Considera que ya desde la votación en la que fueron rechazados los Presupuestos Generales del Estado quedó clara "la gran mentira" de que el PSOE había pactado con los independentistas catalanes, y en ese ámbito reiteró la necesidad de reconstruir consensos entre las fuerzas políticas catalanas para crear marcos de diálogo en los que poder resolver el problema de convivencia.

Destacó que el PSOE es ahora el único partido que defiende el autogobierno, entre unos independentistas que lo quieren "quebrar" y unas derechas que defienden la recentralización de competencias, lo cual, apuntó, es "bastante contradictorio" con preconizar la repoblación de la España vacía. En vez de proponer soluciones, lamentó, las derechas están de nuevo "utilizando" Cataluña para "atacar" al Gobierno y al PSOE y para dibujar una España "completamente azul en la que solo caben ellos".