Puig ha disparado sus resultados en la comunidad de manera similar a lo conseguido en el conjunto de España por Pedro Sánchez en las elecciones generales. Sube de 23 a 27 escaños y mejora en más de cien mil votos los apoyos que logró en las autonómicas de 2015.

Con casi la totalidad de los votos escrutados, el PSPV logra 27 escaños y el 23,9% de los apoyos, con lo que se convierte en la primera fuerza después de dos décadas de hegemonía del Partido Popular.

Precisamente, los populares de Isabel Bonig caen al segundo puesto con 20 escaños, puesto que pierden once parlamentarios y más de 150.000 sufragios para quedarse en el 18,9%.

En la tercera posición irrumpe Ciudadanos gracias a Toni Cantó, con 18 parlamentarios (solo dos menos que los populares) y cerca de medio millón de votos.

Por su parte, Compromís cae a la cuarta plaza con 16 diputados y el 16,39%. Son tres menos que hace cuatro años pero sumados a los 8 representantes de Podemos, que pierde cinco y cerca de 80.000 votos, son suficientes para conservar el poder junto al socialista Ximo Puig.

PSPV, Compromís y Podemos consiguen en total 51 de los 99 diputados de las Cortes Valencianas, lo que les garantiza seguir en el poder con mayoría absoluta.

Mientras, Vox entra en la cámara autonómica con 10 escaños, más de 260.000 votos y un 10,4% de los sufragios depositados en las urnas el 28 de abril. Junto a PP y Ciudadanos, tendrán 48 escaños para hacer oposición.