El secretario general de CCOO en Cataluña, Javier Pacheco, declaró este lunes ante la sala del Tribunal Supremo que juzga el 'procés', donde indicó que desde la cuenta oficial del sindicato se hicieron llamamientos para que la gente se uniese a la concentración frente a la Consejería de Economía, ya que “entendíamos que se estaba produciendo una vulneración de autogobierno de las instituciones de Cataluña". El objetivo era “protestar y establecer la denuncia como habitualmente hacemos en nuestra organización”, pero no impedir el registro, añadió.

Durante su declaración, el presidente de la sala, Manuel Marchena, interrumpió el interrogatorio en varias ocasiones para indicar al testigo que evitase las valoraciones políticas y sindicales de los hechos. Sin embargo, fue interrumpido de nuevo por Marchena, cuando estaba siendo preguntado por el contenido de un manifiesto secundado por CCOO tras la protesta del 20-S, ante lo que la abogada de Jordi Cuixart, Marina Roig, manifestó su protesta.

Fue en este momento cuando se produjo el momento más tenso del interrogatorio. “Si no puedo preguntar por el contenido de un documento, no entiendo cómo puedo defender a mi cliente”, aseguró la letrada. Ante lo que el magistrado sentenció: “Si no lo entiende tiene un problema”. En este sentido, apuntó, “usted yerra en su estrategia defensiva”. “El testigo no puede venir al Tribunal Supremo a leer manifiestos sindicales, y usted lo entiende perfectamente, los comunicados de CCOO no tienen ninguna trascendencia jurídica para este proceso”, de modo que “este señor no puede venir aquí a disertar sobre las posiciones de CCOO, no tiene ningún interés para nosotros”.

Roig subrayó que no le estaba preguntando en los términos que comentaba Marchena, “le estoy preguntando por el pacto nacional por el referéndum”. Esto, contestó el magistrado, “consta en la causa, así que haga otra pregunta, por favor”. Tras estos minutos de tensión, la abogada manifestó su protesta y continuó con el interrogatorio.

Sobre la parada de país del 3 de octubre, “entendimos que tras las cargas del 1-O todas las asociaciones debían participar para evidenciar esta protesta”, aseguró el testigo. Además, añadió, que todas las conversaciones que mantuvo aquellos días con Cuixart y Sànchez en relación a la convocatoria estaban en la misma línea de no violencia. “Si no hubieran sido pacíficas, nuestra organización no hubiera participado”.

TESTIGOS DE SÀNCHEZ REIVINDICAN EL “PACIFISMO”

Durante la sesión de la tarde también declararon tres miembros de la ANC. El primero fue Pere Miralles, miembro del órgano directivo de la ANC entre 2015 y 2017, que relató que el 20-S participó en la coordinación de los voluntarios de la ANC presentes en la concentración frente a la Consejería de Economía. “Mi tarea era garantizar que se pudiese circular y acceder al edificio”. A mediodía, el entonces presidente de ANC, Jordi Sànchez, les trasladó la idea de hacer un pasillo “para poder desarrollar una línea policial para introducir a los detenidos a la sede”.

Según apuntó, “los manifestantes reconocían autoridad en los voluntarios”, ya que conocían que “eran los encargados de garantizar el éxito y el buen funcionamiento de las convocatorias”.

Sin embargo, subrayó, “aquel día no sabíamos que iba a haber registros, así que no pudimos haber preparado la concentración”. “Todo fue sobre la marcha”, agregó. Respecto a los incidentes de ese día, apuntó que sabía que hubo “alguna tensión entre mossos y manifestantes” cuando la Brimo accedía por el cordón de voluntarios, pero no conocía los motivos porque no estaba allí, afirmó. Personalmente, agregó, solo presenció el lanzamiento de una botella de plástico a dos mossos. Más allá de esto, subrayó, el ambiente fue “pacífico y reivindicativo”.

En cuanto a los vehículos de la Guardia Civil, recordó que había “principalmente periodistas gráficos y operadores de cámara, y era complicado hacerles bajar”, ya que ese lugar era “perfecto para tener la foto del día”. Cuando la gente se bajó vieron carteles y pegatinas, algunas abolladuras y en uno de los vehículos una grieta en un cristal, que protegieron con una lona.

Posteriormente declaró el diputado de JxCat y secretario general de la Crida Nacional per la Republica, Antoni Morral, miembro de la ANC hasta 2015. Este testigo aseguró que la hoja de ruta de la ANC “vincula solo a la ANC” y que su objetivo es “hacer que Catalunya sea un país independiente con el principio básico de que el proceso ha de ser cívico y pacífico”. Preguntado por la Fiscalía si la ANC firmó la hoja de ruta independentista aseguró que lo desconocía porque en ese momento ya no estaba vinculada a la entidad.

También testificó Jordi Vilarasau, integrante del secretariado de la ANC entre 2013 y 2016, durante la presidencia de Carme Forcadell y Jordi Sànchez. Durante su declaración, también como testigo de Sànchez, relató que el líder de la ANC es “un gran defensor de toda acción pacífica y no violenta” y que en esta línea estaba orientada la hoja de ruta dicha organización. Además, apuntó que Sànchez no podía actuar por su cuenta, ya que la entidad “funciona por comisiones, y cada una es responsable de una determinada actividad”. Con estas declaraciones finalizó la sesión de este lunes, el juicio se reanudará mañana a las 10 horas.