Así lo puso de manifiesto el dietista-nutricionista y profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar de la Universidad de Vic Julio Basulto en el transcurso de la celebración del 39 Congreso de la organización, que ha tenido lugar en Málaga y en el que calificó de “bulos” las afirmaciones sobre las “bondades” de la ingesta de alcohol.

En este sentido, reconoció la existencia de estudios “que sugieren pero no demuestran” que el alcohol podría ser beneficioso para ciertos aspectos de la enfermedad cardiovascular, aunque estos “supuestos beneficios no están demostrados en estudios bien diseñados”, apostilló.

Además, Basulto también señaló que la idea de que el alcohol tiene un componente cardiosaludable “está plagada de factores de confusión, sesgos de selección y una ausencia cada vez más grande de mecanismos biológicos que la sustenten”.

El experto alertó, no obstante, de que nueve de cada diez personas “no asocia el consumo de vino tinto con el riesgo de padecer cáncer”. “La proporción es casi inversa en lo que a beneficios se refiere dado que el componente de beneficio cardiosaludable es una décima parte de lo perjudicial que puede llegar a ser”, resolvió.

En este sentido, el Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de esta organización defiende que el alcohol es el “tercer factor de riesgo más importante de muerte prematura y enfermedad, después del tabaquismo y la hipertensión arterial”.

Por esta razón, Basulto abogó por “educar” a la población, incluir advertencias sanitarias en las etiquetas de las bebidas alcohólicas que deberían llevar la composición de las mismas, aumentar su precio, dificultar su disponibilidad y eliminar la publicidad para reducir los daños ocasionados por el alcohol entre los que también citó las muertes provocadas por enfermedades infecciosas, las muertes prematuras y los accidentes de tráfico.