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Borrell apela al voto para salvaguardar el proyecto europeo ante el avance del nacionalpopulismo

Madrid
SERVIMEDIA

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones y cabeza de lista del PSOE a las elecciones al Parlamento Europeo, Josep Borrell, apeló este viernes a la conciencia de la ciudadanía para que comprendan la importancia de participar en unos comicios en los que está en juego “la supervivencia” del proyecto de la Unión Europea ante el avance del nacionalpopulismo y de la “extrema derecha xenófoba”.

Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, en la que destacó que el resultado de las elecciones “marcará el futuro de Europa para muchos años” debido a la presencia de “fuerzas muy poderosas antieuropeístas, que no quieren este proyecto, que buscan dar marcha atrás, levantar muros y deshacer la integración”.

A su juicio, esto tiene que ser un motivo más que suficiente para que la gente se sienta interpelada a votar. Reconoció que estos comicios “no levantan mucho interés” en la ciudadanía, aunque insistió en que ésta debe ser consciente de que “la supervivencia del proyecto europeo” está en juego ante el auge del nacionalpopulismo y de la “extrema derecha xenófoba”.

A su vez, destacó que la cuestión migratoria es aquella donde más confrontan los intereses nacionales. No obstante, manifestó que si la UE no es capaz de establecer una política migratoria y de asilo coherente se corre un serio riesgo de dinamitar el sistema de Schengen.

Defendió que la Unión Europea sea más activa a la hora de evitar que haya personas que mueran de sed intentando cruzar el desierto del Sahara o que se ahoguen cruzando el Mediterráneo. A pesar de ello, defendió la solidaridad de España, que ha permitido salvar a más de 50.000 migrantes en el último año.

Por ello, prescribió como ejes de la política migratoria de la UE ayuda al desarrollo para los países de origen, control de los flujos migratorios y establecer un sistema de acogida reglado.

Por su parte, sostuvo que la UE ha sido el “gran líder” de la lucha contra el cambio climático, una asignatura en la que España, según Borrell, ha sido un alumno aventajado. Consideró positivo que la juventud se sienta interpelada en esta causa e invitó a la sociedad civil a presionar para que la clase política se tome en serio un problema de esta magnitud.

También puso de manifiesto que Europa tiene una “subinversión crónica”, lo que permitió poner en cuestión los criterios de Maastricht, según los cuales el déficit público no puede ser superior al 3% del PIB y la deuda pública no ha de rebasar el 60% del PIB.

En la coyuntura económica actual, con tipos de interés bajos o negativos, dijo Borrell, “hay espacio para invertir” y para “replantearse el marco fiscal europeo”. Dijo que este planteamiento podría comprarlo un liberal francés como Emmanuel Macron frente a las reticencias que podría manifestar un conservador alemán.

Por otro lado, explicó que la política de consensos entre partidos de centroderecha y de centroizquierda que ha permitido la construcción del proyecto europeo desde su creación ha cambiado debido a la “fragmentación de la representación política” causada por la “fragmentación de la sociedad” con motivo de la crisis económica.

Expuso que los últimos 15 años la Comisión Europea ha estado dirigida por políticos conservadores, un ciclo que, cree Borrell, debe cambiar y llevar a la presidencia de este órgano de la UE a un político progresista, algo factible si las fuerzas de izquierda –desde la socialdemocracia hasta el partido del primer ministro griego, Alexis Tsipras- es capaz de encontrar puntos de encuentro.

Evitó pronunciarse sobre si se ve como el próximo jefe de la diplomacia europea y deploró que “todos los días en alguna parte” del mundo surge un movimiento del independentismo catalán en el que se repite “la misma cantinela” sobre España: “que hay presos políticos, que no existe la separación de poderes, que el juicio es una farsa”.

Explicó, por último, que ahora lo hacen en el Parlamento alemán de la mano de la extrema izquierda, pero “otras veces” se apoyan en la extrema derecha. “Siempre hay alguien que les baila el agua”, lamentó. Confirmó que dejará de ser ministro de Asuntos Exteriores cuando asuma su condición de eurodiputado.

(SERVIMEDIA)
17 Mayo 2019
MST/man