Salud

Los cambios en el estilo de vida y la cirugía bariátrica en obesos “reprograman” sus genes metabólicos

Madrid
SERVIMEDIA

Los cambios en el estilo de vida y la cirugía bariátrica en personas obesas “reprograman” los genes metabólicos, haciendo que comiencen a funcionar de igual forma que los de aquellas personas con normopeso.

Así lo pusieron de manifiesto este lunes expertos de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) y la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO-SEO) en una rueda de prensa con motivo de la celebración del Día Europeo de la Obesidad, que tuvo lugar el 18 de mayo, y en la que explicaron que gracias a esta intervención, al reducir el tejido adiposo, disminuyen también los niveles de sustancias “perjudiciales” que secreta dicho tejido, permitiendo así una regulación epigenética de los genes relacionados con el metabolismo.

Tras puntualizar que, con una alimentación sana y actividad física es posible corregir la “ortografía” de los genes, la socia de la SEEDO-SEO Ana Belén Crujeiras reconoció que las modificaciones en las “marcas” de ADN fruto de llevar hábitos de vida que no son saludables “se mantienen a largo plazo”, convirtiéndolo así en un mecanismo “potencial” para el desarrollo de obesidad, cáncer o enfermedades cardiovasculares.

En el caso de la mujer embarazada, indicó que la obesidad previa al periodo de gestación unida a la sobrenutrición, la diabetes y el exceso de peso durante el embarazo origina “modificaciones epigenéticas en los agmetos que serán transmitidas a su descendencia” y, con ello, el riesgo de padecer enfermedades como la obesidad.

En el caso del padre, la obesidad en el momento de la concepción influye en la calidad de sus espermatozoides, que se caracterizan por su reducida motilidad, baja cantidad y daño oxidativo. Todo ello se traduce en una reducida implantación y formación dañada del embrión y provocará un bajo tamaño al nacer, intolerancia a la glucosa, alta adiposidad o daño en la función pancreática y subfertilidad en el caso de su descendencia.

No obstante, aseveró que, si al nacer se cambia el estilo de vida, es posible “revertir y prevenir” el desarrollo de la obesidad al tiempo que recalcó que los genes “no son dueños de nuestro destino”. “Son nuestras decisiones las que van a hacer que tengamos un envejecimiento saludable gracias al funcionamiento de los genes”, apostilló.

Por su parte, el representante de SECO, el doctor Andrés Sánchez, recordó que la simple reorganización del tracto de entrada de alimentos que se consigue con un bypass gástrico es capaz de inducir “cambios importantes” en la concentración de los distintos ácidos biliares y alteraciones “cuantitativas y cualitativas” de la composición de la microbiota intestinal.

“Estas alteraciones son capaces de inducir, a su vez, cambios en el epigenoma que pudieran ser los responsables directos de la mejora metabólica o de una mayor o menor pérdida ponderal y de la eliminación o anulación de factores heredables relacionados con la tendencia a la obesidad”, apuntó.

El presidente del Comité Científico de la SECO, Felipe de la Cruz, confirmó que la cirugía puede alterar el funcionamiento de algunos de los genes relacionados con el desarrollo de la obesidad a través del mecanismo de la activación de la metilación del DNA, que actuaría como un “interruptor”.

Sin embargo, matizó que la cirugía bariátrica “no es mágica”, sino que debe ir acompañada de un seguimiento posterior, y aseveró que el paciente “debe ser consciente y poner de su parte”.

Los expertos coincidieron en que una baja ingesta calórica y la práctica de ejercicio físico permiten mantener un peso saludable, reducir los problemas de salud, disminuir la grasa total, reducir la grasa visceral y evitar la pérdida de músculo.

Tras precisar que la obesidad es responsable de tres millones de muertes anuales en el mundo y que los pacientes con obesidad consumen un 20% más de recursos y un 68% más de fármacos, incidieron en que el exceso de peso es un problema crónico que urge controlar durante toda la vida y con especial atención durante el embarazo, tras el parto y la lactancia, después de los 40 años y durante la menopausia.

(SERVIMEDIA)
20 Mayo 2019
MJR/caa