Salud

Un proyecto europeo coordinado por el CSIC identifica bacterias intestinales que combaten la obesidad y el estrés

- Las bacterias identificadas pueden dar lugar a nuevos probióticos para combatirlas

Madrid
SERVIMEDIA

Un proyecto europeo coordinado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado nuevas cepas bacterianas intestinales que podrían dar lugar a una nueva generación de probióticos capaces de combatir de una manera “más eficaz” las patologías crónicas asociadas a la obesidad y el estrés, como el síndrome metabólico y la diabetes, y la depresión.

El trabajo, coordinado por la investigadora del CSIC Yolanda Sanz, responsable del grupo de Ecología Microbiana, Nutrición y Salud del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA), de Valencia, ha demostrado que una microbiota sana contribuye a regular el apetito, el metabolismo de nutrientes como la glucosa, el peso corporal y la inflamación asociada a la obesidad.

Junto a ello, también ha puesto de manifiesto su influencia en el neurodesarrollo y la respuesta al estrés, según informó este martes el CSIC en un comunicado.

En el marco de este proyecto, denominado ‘MyNewGut’ y financiado por la Unión Europea con nueve millones de euros, los investigadores observaron que una dieta poco saludable redujo la diversidad de la microbiota e incrementó la abundancia de proteobacterias potencialmente inflamatorias en niños que inicialmente tenían un peso normal y que durante los cuatro años de investigación acabaron desarrollando sobrepeso.

Por el contrario, en niños que mantuvieron un peso “normal” se observaron reducciones de este grupo de bacterias, según precisó Sanz.

En otro estudio de intervención se demostró por primera vez en humanos que la microbiota intestinal influye favorablemente en el control del balance energético y así mejora la salud metabólica, regulando el eje intestino-cerebro.

Además, el trabajo también confirmó por primera vez que no solo la cantidad de proteína de la dieta es importante, sino también su calidad, y que esto da lugar a la producción de un mayor o menor número de metabolitos tóxicos para el riñón fruto de la actividad de la microbiota.

Asimismo, los investigadores constataron que adultos jóvenes nacidos por cesárea tienen una respuesta al estrés exagerada en comparación con la de jóvenes nacidos por parto vaginal y que el uso de antibióticos en los primeros días de vida de estos niños tiene un impacto negativo para su neurodesarrollo.

En modelos experimentales confirmaron que la microbiota es responsable de la depresión asociada a la obesidad y que su modulación mejora las alteraciones del estado de ánimo.

Unas conclusiones que, según Sanz, “deberían tenerse en cuenta en las futuras recomendaciones sobre dietas altas en proteínas, sobre todo cuando se mantienen de forma prolongada”.

El equipo de IATA-CSIC ha generado un biobanco de bacterias intestinales humanas que, según la experta, constituye un “valioso” material biológico que podrá ser explotado para combatir la obesidad y las complicaciones metabólicas y mentales asociadas y para otras futuras aplicaciones en nutrición y en la práctica clínica.

(SERVIMEDIA)
21 Mayo 2019
MJR/caa