Historia

La gripe española pudo surgir en 1916, dos años antes de lo que se cree

- Mató a cerca de 50 millones de personas en todo el mundo

MADRID
SERVIMEDIA

La pandemia más grave en la historia reciente, que mató a unos 50 millones de personas en todo el mundo y conocida como gripe española (llamada así porque en España no se censuró su información en un momento que coincidió con el estallido de la I Guerra Mundial), pudo haber surgido dos años antes de 1918, cuando se creía que apareció y su manifestación temprana pudo tratarse en el momento inicial como una 'infección menor'.

Ésta es la conclusión del virólogo John Oxford, principal experto en gripe del Reino Unido, y Douglas Gill, historiador militar, en un estudio publicado en la revista 'Human Vaccines and Immunotherapeutics'.

Oxford y Gill sugieren que si los médicos hubieran reconocido que la gripe española fue la causa de una enfermedad que mató a soldados en Étaples (Francia) y Aldershot (Inglaterra) en 1916, los científicos habrían tenido mejores motivos para poner en marcha un programa de vacunación de dos años y los peores efecto sde la pandemia podrían haberse evitado.

El nuevo estudio utiliza la tecnología científica moderna y profundiza en la literatura publicada en 'The Lancet' para rastrear no sólo los orígenes del virus, sino también para buscar cómo puede utilizarse esa información para aprender del pasado y prevenir la propagación de una pandemia de gripe.

SOLDADOS ENFERMOS

Oxford y Gill rastrearon lo que consideran que pudieron ser orígenes de la gripe española, que sitúan en 1915 y 1916 en el Distrito Administrativo de Étaples (norte de Francia) en 1915 y 1916. Entonces, hasta 30.000 soldados ingresaban cada año en los hospitales del ejército británico en Francia e Inglaterra al sufrir los síntomas típicos de la gripe.

Sin embargo, un grupo médico en Étaples trató a principios de 1917 a cientos de pacientes infectados en lo que describieron como una "enfermedad inusualmente mortal" que presentaba síntomas respiratorios "complejos".

En Aldershot (sur de Inglaterra), tres médicos veteranos también abordaron un problema con síntomas similares. En ambos casos, la enfermedad se caracterizó por una cianosis 'oscura', una rápida progresión desde síntomas bastante menores hasta la muerte; en cualquier caso, la muerte generalmente se debía a una sobreinfección con estafilococos, estreptococos, etc.

Ambos grupos médicos se encontraron con una tasa de fatalidad cercana al 50% y aprendieron de colegas en Inglaterra y Francia que la enfermedad estaba ocurriendo en otros lugares, según se recogió en 'The Lancet' en 1917.

Esta información ayudó a Oxford y Gild a rastrear lo que entonces se creía que era una infección respiratoria menor, pero realmente pudo originar la mayor pandemia mortal del siglo XX.

"Hemos identificado brotes de infección largamente desatendidos que, juzgados como menores en ese momento, ahora pueden verse como cada vez más importantes y un presagio del desastre por venir", explica Oxford, quien añade que la nueva investigación fue "particularmente exhaustiva en su alcance y profundidad", ya que "no sólo se realizaron exámenes habituales de tejido y esputo, sino que también un examen 'post mortem' de cada soldado que murió de la enfermedad durante un periodo de siete semanas a principios de 1917".

Los hallazgos de la literatura médica sobre los orígenes de la gripe española están respaldados en los artículos modernos analizados por Oxford y Gill, donde métodos científicos filogenéticos y el análisis de relojes moleculares señala a los ocho genes de la familia H1N1 de virus de la influenza A como emergentes en 1915 y 1916.

'VIRUS EMERGENTE'

Estos estudios modernos también han demostrado que el 'virus emergente' comenzó en gansos acuáticos, patos y cisnes como reservorios, y que es probable que la enfermedad se transmitiera a soldados a través de heces de aves acuáticas migratorias.

Oxford explica que ese virus prepandémico se convirtió en pandémico entre 1915-1916 y 1918-1919 porque pudo haber mutado. "Perdió gran parte de su virulencia, pero adquirió una gran capacidad de propagación. Experimentos recientes con una 'gripe aviar' pre-pandémica llamada H5N1, deliberadamente mutada en el laboratorio, han demostrado que tan sólo cinco mutaciones podrían haber permitido este cambio", añade.

Oxford asegura que "los equipos de Etaples y Aldershot, aunque con un fuerte diagnóstico clínico, fueron engañados por la falta de diseminación de esta infección", de manera que no identificaron la gripe como la causa subyacente.

"Los patólogos en los Estados Unidos y en Francia se esforzaron por construir las primeras vacunas universales contra la gripe. Sus esfuerzos no estaban mal dirigidos porque la causa final de la muerte en casi todos los casos se debió a las superinfecciones con bacterias respiratorias", añade.

Oxford y Gill apuntan que, "una vez que el virus puede propagarse de humano a humano, ocurre un desastre" y que "con un tiempo de generación de dos a tres días, de sólo tres pacientes que se infectaron originalmente se puede causar un millón de infecciones en aproximadamente 40 días". "Esto es probablemente exactamente lo que sucedió en 1918-1919", apostillan.

"Algo similar a lo que sucedió a principios del siglo XX podría repetirse fácilmente. Como medida de precaución, los gobiernos de todo el mundo están acumulando vacunas contra el neumococo, que generalmente se desarrolla como una infección secundaria después de la gripe y causa muertes en gran escala", concluyen.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 2019
MGR/gja/caa