Ante 3.500 personas -según la organización- que se dieron cita en el auditorio al aire libre del madrileño barrio de Hortaleza, Sánchez pidió un “voto coherente” con el 28-A porque se apostó por “futuro, justicia social, convivencia y limpieza”. Pero alertó de que ahora no se pueden relajar porque las “urnas son distintas” y hay que “llenarlas con el mismo voto, la misma ilusión y el mismo futuro”.

“El próximo 26 de mayo tenemos la oportunidad, más aun, la responsabilidad, de acabar con más de 30 años de corrupción en la Comunidad de Madrid”, dijo el mismo día que se cumple un año de la primera sentencia de la ‘Gürtel’ que derivó en la moción de censura que le aupó al Gobierno.

Así las cosas, ante un auditorio entusiasta, defendió que el “cambio puede llegar, pero hay que saber gobernarlo” y eso “solo lo sabe gobernar el PSOE”, dijo dirigiéndose a Pepu Hernández y Ángel Gabilondo, sus dos apuestas más personales y con las que más se ha volcado en esta campaña electoral.

Se mostró convencido de que ambos recibirán los votos también de personas conservadoras porque “no hay derecho a estas tres derechas”, las que hace unos meses se manifestaron en la plaza de Colón. Se distinguió de ellos en la apuesta por la “convivencia” y en “saber que nuestro país es la patria de todos y no el patrimonio de los que allí se manifestaron”. Los comparó con los independentistas que confunden “patria con patrimonio y se lo llevan a paraísos fiscales”.

Acudieron al último mitin de esta campaña electoral, además de cargos del PSOE, miembros del Gobierno como las ministras Nadia Calviño, Lola Delgado, Isabel Celaá, Teresa Ribera y Reyes Maroto; así como diputados socialistas, senadores y la presidenta del PSOE y vicepresenta del Senado, Cristina Narbona.

Sánchez realizó una intervención algo más breve que durante esta campaña ante el frío que caía en la noche madrileña y que él mismo admitió que sentía. Además, algunas personas de las 3.500 que se congregaron en el Pilar García Peña comenzaban a marcharse.

Tuvo un recuerdo para Alfredo Pérez Rubalcaba, cuyo fallecimiento marcó el arranque de la campaña, y al que ha puesto en valor en cada acto socialista. El presidente recuperó una de las frases con las que solía cerrar la campaña de las generales cuando admitía que es un orgullo ser jefe del Ejecutivo, pero no es menor que el orgullo que siente por ser secretario general del PSOE.

Repasó que los gobiernos socialistas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero fueron los de los derechos y las libertades, y el actual será el de las “oportunidades”, por lo que apeló a pensar en “avanzar” y seguir con el “gustazo” del 28-A de “frenar a la derecha y sus tres siglas”. Pero ese “trabajo no está terminado”, alertó Sánchez, por lo que animó a caminar hacia delante y conseguir ese “sueño” de recuperar Madrid para el PSOE.