Lo hizo en su intervención ante el Consejo Ciudadano Estatal de su partido, que duró unos 20 minutos después de retrasarse 45 por la reunión que Iglesias y el hasta ahora secretario de Organización y desde hoy de Acción de Gobierno, Pablo Echenique, tuvieron una reunión con los líderes autonómicos de Podemos en la Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias y La Rioja, que pueden entrar en los gobiernos regionales del PSOE.

Iglesias trasladó a los consejeros las posibilidades de que Podemos entre a formar parte de esos ejecutivos, y seguidamente se centró en la de que lo haga en el Gobierno estatal.

En esa parte del discurso, el líder de Podemos recurrió varias veces a la técnica retórica de enumerar algunas de las cosas que quiere cambiar Podemos en materia laboral, fiscal o energética. Tras hace un repaso de estas medidas, se preguntó si se pueden hacer estas reformas "fuera del Gobierno" y sostuvo que es "imposible”.

El corolario que quiso sacar y que expuso al final de su discurso es que “es evidente que gobernar tiene riesgos”, como lo tiene el “gobernar con un socio que tiene más apoyos electorales que nosotros y que a la mínima oportunidad que tuviera mira a la derecha”. No obstante, se reafirmó ante los críticos a esa táctica, que principalmente son los Anticapitalistas de Podemos Andalucía que han salido reforzados con su éxito en el Ayuntamiento de Cádiz.

"PAPEL MOJADO"

“Las políticas se cambian desde el Gobierno. Los acuerdo programáticos son papel mojado, no hay ningún mecanismo que permita obligar a un Gobierno a ejecutar un acuerdo programático”, justificó, antes de defender “inaugurar una nueva cultura democrática en España”, la de los gobiernos de coalición.

Finalmente, se jactó de haberse “ganado el prestigio de ser una fuerza política que hacer las cosas que se compromete a hacer” y que es imprescindible para llevar a cabo ciertas medidas progresistas en España.

De hecho, Iglesias enfatizó que la necesidad de que Podemos entre en el Gobierno “es mayor” a la luz de lo que percibe como un “giro del PSOE, que hizo una campaña reivindicando un programa de izquierdas” y dando a entender que se entendería con Unidos Podemos, y ahora que ha ganado las elecciones, “una vez más, vuelve a girar a la derecha y ha tratado de presionar al PP y fundamentalmente a Ciudadanos para lograr un acuerdo que asegure su gobernabilidad, con visita internacional a Macron incluida”.

El líder de Podemos considera “una evidencia” que Sánchez ha explorado esta posibilidad, pero también que no la ha encontrado pese a las presiones de los poderes económicos a CIudadanos para que facilite el Ejecutivo del PSOE.

"CLAVES PROGRAMÁTICAS"

En estas circunstancias, bromeó con que le tocará “afrontar con espaldas anchas y con ironía un proceso de negociación que va a ser largo, pero que responde a lo que han decidido los ciudadanos en las urnas”, que según quiere interpretar es un Gobierno de coalición progresista.

Anticipó que “va a haber presiones” y que “cualquier crítica legítima se va a magnificar” para que Podemos no entre en el Ejecutivo, pero avisó de que “eso no va a cambiar nuestras convicciones ni los resultados electorales, que nos dieron 42 diputados”; un número de escaños que calificó de “imprescindibles” para que Sánchez forme gobierno.

“No vamos a pedir nada que no nos corresponda”, insistió, antes de pasar revistas a sus ya conocidas “claves programáticas de negociación”, en particular las económicas, como la subida del SMI, de la que los socialistas “presumieron pero nunca quisieron”, las inversiones verdes, digitales y en servicios sociales y la lucha contra la precariedad.

Por ejemplo, tachó de “fraude electoral” que el PSOE se niegue a derogar la reforma laboral del PP, como prometió en campaña, y en este sentido apuntaló la importancia de entrar en el Ejecutivo.

“Eso pueden hacerlo los gobiernos en mayoría absoluta, pero nosotros podemos garantizar que esas promesas se van a cumplir”, enfatizó antes de repetir por tres o cuatro veces la citada fórmula de pregunta y autorrespuesta para demostrar que nada se puede conseguir si no forma el Gobierno de coalición con el PSOE.