Según explicó el representante y director de WFP en Argelia, Romain Sirois, esta aportación “marcará una diferencia en la ayuda a los refugiados”, ya que la organización internacional depende de las contribuciones voluntarias para llevar a cabo sus programas por lo que el respaldo de “donantes no tradicionales” como Gran Canaria resulta “especialmente bienvenido”, precisó la WFP a través de un comunicado.

Los fondos permitirán proporcionar gofio, una harina de maíz tostado, a miles de familias refugiadas que viven en el desierto de Tinduf, una región remota y árida del sudoeste de Argelia.

La organización puntualizó que el gofio es un alimento “muy popular” entre los refugiados saharauis y puede contribuir a reducir los niveles de malnutrición y anemia gracias a su elevado aporte nutricional, ya que es rico en fibra y vitaminas.

WFP también tiene previsto incluir el gofio en su programa de alimentación escolar, que beneficia a más de 40.000 niños y niñas saharauis que asisten a los centros educativos de los campamentos y que recibirán un almuerzo de media mañana con un preparado a base de gofio, azúcar y aceite vegetal.

Este programa ha sido la principal fuente de alimentos para la mayoría de los refugiados saharauis en Tinduf desde 1986. Además de Gran Canaria, WFP recibe otras contribuciones de España para apoyar a los refugiados saharauis, como las donaciones de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y las comunidades autónomas de Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia, La Rioja, Madrid y Murcia.