Son las palabras de Borrás este miércoles ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes independentistas por la convocatoria y celebración del referéndum del 1-O. Visiblemente emocionada, la exconsejera aseguró, durante el ejercicio del derecho a la última palabra, que “Cataluña es una nación sin Estado que ha reivindicado su derecho a ser y existir".

Así, continuó, “después de la larga noche de la dictadura se introdujo el concepto de nacionalidad histórica en la Constitución, aun así la voluntad de mejorar nuestro autogobierno persistía, esto conllevo a la insatisfacción de miles de personas en Cataluña, manifestaciones pacíficas cada 11 de septiembre y mayorías independentistas al Parlamento de Cataluña y al Congreso”.

Por ello, reclamó “poder votar, decidir su futuro, sin imponer nada a nadie” y reivindicó que la ciudadanía catalana pueda participar en el “diseño de su futuro”. De ahí, subrayó, “nuestro programa de Gobierno que no fue discutido por la Junta Electoral Central, ni por otro estamento”. Borrás recordó la voluntad del Govern de un “referéndum pactado, sin gasto público, todos y cada uno de nosotros entendíamos que no habría gasto público, que no expondríamos a nadie, hacerlo exponía a funcionarios y trabajadores públicos y a ello no estábamos dispuestos. Esta era mi voluntad y estoy segura que de los otros miembros del Govern”.

“No estoy acusada de rebelión, pero estuve en Cataluña, no hubo clima de insurrección, pero hay un conflicto político, que no es poco. A ninguno de mis compañeros se les ocurrió la utilización de la violencia para conseguir sus objetivos”.

Por ultimo, aseguró que tras dejar la política no pretende volver, pero “hay nuevos políticos que vendrán de nuevo con el anhelo de buena parte de Cataluña de decidir su encaje en la Europa moderna. Soy positiva, quiero pensar que en democracia sabremos encontrar entre todos una solución política”, concluyó.