Por esta razón, la organización valora la figura de los abuelos como “agentes preventivos” impulsada desde entidades como la Asociación Lares, que ha presentado su ‘Manual para la participación de las personas mayores en la prevención de riesgos asociados al consumo de drogas’.

En declaraciones a Servimedia, el presidente de Proyecto Hombre, Luis Bononato, subrayó que, para estas personas, sentir el apoyo de “alguien que le pueda escuchar, acompañar y asesorar” resulta “fundamental para que esa situación de malestar producido por una situación determinada se pueda reconducir y no finalice en una situación de consumo o de adicción sino en un enriquecimiento y un acercamiento hacia esa persona que tiene al lado”.

A su juicio, “todos los ciudadanos deberían estar implicados en ser agentes de prevención del consumo de cualquier sustancia y de la salud en general”, por lo que deseó que la sociedad española “tenga mucho más en cuenta la experiencia y el cariño desmedido que caracterizan la figura del abuelo”.

“No se trata solo de que utilicemos sus cualidades, sino de que le otorguemos este tipo de responsabilidades que sabrán desempeñar perfectamente”, defendió.

El responsable de Proyecto Hombre destacó la importancia del rol que cumple tanto en la prevención como en el tratamiento del consumo de estas personas su red social y familiar y precisó que la organización utiliza un modelo biopsicosocial de atención en el que resulta “fundamental” el trabajo con la familia, principalmente en el caso de los adolescentes.

“Cuando terminan el tratamiento, la familia tiene que seguir acompañándoles en ese proceso de crecimiento y para ello necesita recursos, instrumentos y, sobre todo, el empoderamiento y la autoridad para seguir acompañando a esos chicos”, enfatizó.

A este respecto, valoró la guía de Asociación Lares como un instrumento más que dotará a los abuelos de recursos, indicaciones y directrices para acompañar a sus nietos “en su relación con el consumo” y, de esta forma, cumplan “su importante papel en ese paso de la infancia a la adolescencia en el que muchos jóvenes se inician en el consumo de sustancias”.

Por el momento, la guía, que cuenta con la financiación del Plan Nacional sobre Drogas y que en próximas ediciones se extenderá al resto de España, se ha distribuido en Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid, regiones en las que, en paralelo, se están desarrollando talleres formativos a los que acuden más de 120 mayores que aprenderán a detectar posibles factores de riesgo y, con ello, a favorecer una protección más completa e integral de los menores, según el coordinador de esta guía y voluntario de la organización, Javier Martín.

El experto matizó que no se trata de que las personas mayores “hagan un máster en drogodependencia”, sino de aprovechar su “vínculo especial” para “llenar huecos que todavía no se estaban cubriendo” en el ámbito de la prevención del consumo entre sus familiares más jóvenes, a los que podrán “educar con su ejemplo”.

Por su parte, el presidente de Asociación Lares, Juan Ignacio Vela, aseveró que esta iniciativa devolverá a los mayores uno de sus “grandes valores” como “transmisores de la cultura, pero también de la prevención”, un ámbito que consideró aún tabú.

"Es necesario poner en valor los conocimientos y capacidades de estas personas”, manifestó, al tiempo que estimó “especialmente importante” su “empoderamiento” dentro de la unidad familiar, en cuyo seno “han tomado una fuerza significativa”.