Los reunidos recientemente en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, coincidieron en la necesidad de tener, en un plazo de seis meses y a través de una encuesta dirigida a los aproximadamente 50 servicios de neurocirugía del Sistema Nacional de Salud, una fotografía tanto de la tecnología que se utiliza en los diferentes servicios como los años que lleva siendo utilizada. En total, se contaría con entre ocho y diez elementos sobre los que se preguntaría a los sanitarios.

La iniciativa de la reunión nació porque aún en la actualidad hay servicios que “están por debajo de los mínimos exigibles” y los que se encuentran correctamente dotados no tienen claro que dicha dotación sea renovada en tiempo y forma, según explicó el neurocirujano del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y vocal de Ética y Planificación de la SENEC, Juan Alberdi Viñas.

Cuando los neurocirujanos necesitan algún tipo de renovación de los dispositivos con los que trabajan, acuden, como la mayoría de los demás profesionales de la salud, a los gerentes de sus hospitales o servicios de salud, que son los encargados de gestionar los recursos disponibles del hospital.

Sin embargo, los expertos insisten en que no es lo mismo adquirir alta tecnología que comprar materiales desechables. “Muchas veces sacan un concurso público de alta tecnología como si fueran jeringuillas. No es lo mismo para un hospital comprar un neuronavegador de última generación que comprar material fungible. Pero la fórmula es la misma y se lo toman de la misma manera”, explicó uno de los representantes de la industria.

En España, la adquisición de material y dispositivos para los hospitales se hace a través de concurso público. “El equipamiento no es el idóneo para hacer el trabajo. Los servicios están peor dotados en España que en otros países europeos”, dijo el director europeo de ventas de una de las empresas de tecnología.

“Solo con mucha insistencia se consigue la renovación de los equipos. Creo que la manera con la que se adquiere la tecnología está obsoleta, hay que pensar en otras cosas, en otras alternativas. Y, sobre todo, hay que planificar”, argumentó Alberdi.

La totalidad de los asistentes estaban de acuerdo con esta afirmación. Es decir, la planificación de recursos humanos y técnicos es considerada vital para el buen funcionamiento de los servicios de neurocirugía. Así, explicaron que no solo necesitan planificación en cuanto al número, tipo y función de la tecnología que utilizan, sino que también es igual de necesario tener en cuenta la efectividad y las soluciones que ofrece dicho elemento a los tipos de asistencia que se dan en cada servicio.

“No es solo el punto en el que se encuentra el equipo. También son las circunstancias. Hay una tendencia en los últimos años a deslumbrar con la alta tecnología y menos con los resultados en salud que tiene esa alta tecnología. La evidencia que tenemos de esos factores es mínima”, expresó el vocal de Programa y Credenciales de la SENEC, el doctor Rubén Martín Láez.

En esta línea, los asistentes también plantearon la necesidad de crear un plan estratégico a nivel nacional para que las diferentes unidades de neurocirugía conozcan en qué punto se encuentran y sepan qué pasos dar a corto, medio y largo plazo para mejorar los servicios, la tecnología y, en definitiva, la asistencia a los pacientes. “Con eso daremos un salto de gigante”, consideró el secretario de la SENEC, José Luis Gil Salú.

Por eso “es necesario” tener los datos a través de la creación de un mapa de los servicios “para poder planificar encima”, detalló Rubén Martín Láez.

La reunión se celebró en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, después de la reunión de la Junta Directiva de la SENEC. A la cita acudieron representantes de la sociedad científica, de la industria y de algunos de los fabricantes “más importantes”, según explicó Juan Alberdi Viñas. “Tenemos en común que queremos lo mejor para los pacientes y que perdure y funcione. Aquí estamos como partes interesadas”, expresó.

Tras la realización del mapa tecnológico nacional de neurocirugía y el esbozo de un plan estratégico, se acordó realizar una nueva reunión haciendo extensiva nuevamente la invitación a representantes de la Administración, que no pudieron acudir en esta ocasión por problemas de agenda.