Entre los firmantes de esta petición se encuentran la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3E), la Asociación de Empresas de la Movilidad Eléctrica (Aedive), la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese) o la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

En concreto, advierten de que el alto término fijo penaliza a los consumidores que invierten en medidas de eficiencia energética, además de perjudicar al autoconsumo y el cambio hacia la movilidad eléctrica al implicar un menor ahorro económico.

Además, lamentan que los consumidores más vulnerables soportan una mayor carga en comparación con hogares de mayores ingresos de la parte de costes fijos de la factura eléctrica.

Por ello, concluyen que la actual estructura tarifaria de la factura eléctrica no da las señales adecuadas, porque casi la mitad de lo que paga el consumidor se destina a sufragar los costes del sistema, independientemente del consumo de energía realizado o del esfuerzo de las personas por ahorrar, invertir en energías renovables o en otro tipo de mejoras de la eficiencia energética.

Por último, advierten de que un aumento del peso de la parte fija de la tarifa supondría un impacto negativo en la creación de nuevas oportunidades de empleo en los sectores de las instalaciones eléctricas y telecomunicaciones, fotovoltaico y de la movilidad eléctrica, entre otros.